paris. Cuando La Patería de Sousa, una pequeña empresa extremeña, consiguió un premio en el último Salón Internacional de la Alimentación (Sial) de París, no podía sospechar que el galardón iba a desencadenar un motín de productores franceses, irónicos titulares en Le Monde y casi un incidente diplomático.Y es que el producto premiado, además de ser español, era un foie-gras de ganso obtenido mediante "alimentación ecológica no forzada", una afrenta para el orgullo de un país como Francia, donde se concentra el 75 por ciento de la producción mundial de hígado graso y la ley lo reconoce como "patrimonio cultural y gastronómico protegido", eso sí, una condición: siempre que los animales sean cebados artificialente.El revuelo fue tal que un representante del Gobierno tuvo que tranquilizar a los productores y parlamentarios, puso el caso en manos de la Dirección General de la Competencia, Consumo y Represión de los Fraudes y hasta pidió a la Embajada francesa en Madrid informes sobre la empresa extremeña, aunque sin más consecuencias. Sin denominación "Un desafortunado incidente", dijo una portavoz de la CIFOG, que defiende los intereses de la industria francesa del foie-gras, refiriéndose al premio. La organización ha exigido que el producto de La Patería de Sousa no pueda venderse en Francia con la denominación de foie-gras, al no ser fruto del engorde artificial. "Es normal que el premio les incomode, pero tendremos que convivir", explica desde Fuente de Cantos (Badajoz) Eduardo Sousa, presidente de Patería de Sousa. "Respetamos mucho la tradición francesa, pero nosotros no hemos inventado nada". Su empresa, especializada en patés, cría en libertad gansos africanos, que se ceban natural y voluntariamente antes de emprender su migración. Es entonces cuando son sacrificados.La suya es un poco la victoria de David contra Goliath. Sousa, de 42 años, estudió Químicas y fue agente comercial en el sector de la óptica antes de hacerse cargo del negocio familiar. Sus antepasados procedían de Dinamarca, "donde también existe una larga tradición artesanal de elaboración de patés e hígados grasos sin cebado artificial, y las recetas han pasado de padres a hijos desde 1812".Para acabar de desmontar el mito del foie-gras como monopolio francés, cuenta que en tiempos de Napoleón, "durante la guerra de Portugal, los franceses se llevaron del Monasterio de Alcántara un bello recetario manuscrito de los frailes, que de otra forma habría servido para hacer cartuchos, y que la duquesa de Abrantes se encargó de divulgar en París".Su empresa, que desde 1989 ha adquirido una dimensión "más industrial", cuenta con 14 empleados para producir sus patés de cerdo ibérico de bellota y su foie-gras de ganso, que distribuye a través de los selectos canales del Club del Gourmet de El Corte Inglés o los almacenes londinenses Harrod's, entre otros, y exporta también a otros países como Estados Unidos, México, Japón y Australia. "La producción de foie-gras es mínima pues para tener 100 aves en libertad necesitamos 50.000 metros cuadrados, aunque conviven muy bien con los cerdos, y dependemos del clima. Este año con suerte tendremos 600".Desde el galardón del Sial, en octubre pasado, y la notoriedad tras la polémica, les "llueven los correos de pequeños distribuidores, empresas, productores ecológicos y asociaciones", asegura Sousa. Ya tiene una tienda en Sevilla, además de la de su sede de Fuente de Cantos, y acaricia la idea de lanzar franquicias en las principales ciudades españolas, además de formar cooperativas con otros productores que, como él, apuesten "por una línea de calidad cien por cien natural".Reconoce que en España todavía "no hay demasiada demanda real ni conciencia del consumidor respecto a los productos ecológicos" y con la vista puesta en el mercado, estos días estudia la sustitución de la grasa de cerdo ibérico de bellota por mantequilla en la composición de los patés, para atender a la comunidad musulmana.La experiencia francesa le ha servido para desacomplejarse: "Empezamos a darnos cuenta de que nuestros productos pueden ser igual de buenos que los de fuera".