El incendio de Becara el año pasado, su peor momento profesionalmadrid. Podría intuírse que la respuesta será casi coral y que citarán el nombre de Giorgio Armani, el mismo que hace unos días citaba el diario económico Il Sole 24 Ore como una de las empresas que han contribuido a cambiar el mundo. Pero no. Son Amancio Ortega e Isidoro Álvarez los dos empresarios a los que más admiran. Puede que porque cumplen con esos principios de seriedad y honestidad que tanto promulgan estas tres hermanas. "A Amancio no lo conozco tanto, pero te puedo asegurar que Isidoro es tan serio y tan buena persona que merece el elogio", comenta con entusiasmo Amalia mientras sus hermanas asienten. Aprovechamos para que nos cuenten cuál es el momento profesional que borrarían de su memoria. Es entonces cuando se les quita la sonrisa que perdura durante la entrevista. Responden al unísono: "El incendio". Se refieren al fuego que el 26 de mayo de 2006 arrasó los 22.000 metros cuadrados de superficie que Becara tenía situada en la localidad de Valdemoro (Madrid), muy cerca de las que también posee El Corte Inglés. Más de 40 años de esfuerzoUn incendio para cuya extinción colaboraron 12 dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid y que afortunadamente no se saldó con ningún herido. Pero Begoña parece quitarle importancia: "Es como si se te quemara la casa. ¿Qué haces? Pues te vas a otra, porque al menos no se quemaron 44 años de esfuerzo". La fiesta del pasado diciembre -en la que consiguió reunir a lo más de la sociedad española- le habrá servido de estímulo, ya que el apoyo fue absoluto. "Bueno, vamos poco a poco", dice con cautela. Y vuelve a recordar a la cantidad de gente cuyo sueldo depende del ritmo de ventas de los muebles de Becara. "Era imposible abandonarlo todo sólo por culpa de un incendio. Por suerte, no se quemó lo que llevo aquí dentro", asegura sonriente, y señala el cerebro. La materia gris de la que tanto han hablado ella y sus hermanas.