Un estudio revela que el entorno social determina una escala de valores distintaMADRID. No sorprende que mujeres y hombres emprendedores consideren que la confianza personal, el deseo de fijar metas, la persistencia y la búsqueda de oportunidades son las competencias esenciales a la hora de abrir un negocio. En realidad, sin todas ellas, no es concebible que una persona se embarque en tan arriesgada aventura. Pero sí que tras esas cuatro coincidencias, ellos y ellas dibujen un perfil de perfecto emprendedor muy distinto.Ellos dan prioridad a un tipo de habilidades relacionadas con la competitividad y exigencia personal, mientras que ellas se inclinan por la necesidad de cooperar y negociar, según se desprende del estudio Competencias para el éxito de la Escuela de Alta Dirección y Administración (Eada).Detrás de esto "subyace el entorno social, mucho más adverso para las mujeres y dominado por valores masculinos", explica uno de los directores del mismo y profesor en la escuela, Carlos Morales. Cuando las mujeres emprenden un proyecto, las exigencias y expectativas sociales son diferentes a las que se tienen para los hombres, por lo que se ponen en marcha distintos grupos de competencias para unos y para otros, explica el informe. Por ejemplo, y debido a estos obstáculos, la mujer emprendedora tiene que estimular competencias que impliquen "búsqueda de conciliación, como negociación, habilidades sociales y flexibilidad". También valoran la creatividad y en general competencias que implican móviles internos (como la orientación al logro). Sin embargo, ellos se mueven en un contexto que les obliga a "tolerar la presión e instar a la exigencia". El contexto de la mujer es "más retador pero menos agresivo", se concluye.Un dato del estudio que resulta sorprendente es que la disposición a correr riesgos figure como la última de la lista de las más valoradas (con una puntuación de 2,92 sobre 5) por los 324 jóvenes empresarios que operan en España a los que se ha encuestado.El riesgo, razonan desde Eada, es parte inherente a la tarea de emprender algo. Que haya sido valorada como la menos importante y con una puntuación por debajo de la media de la escala abre la interpretación de que los emprendedores españoles son conservadores y por tanto asumen un montante de capital bajo para la inversión en proyectos, sin la previsión de crear mucho empleo y eligiendo sectores tradicionales para el negocio. Renta y negociosLa mayoría de los emprendedoras españolas tiene entre 25 y 44 años, lo que coincide con la etapa en la vida de la mujer de mayor esfuerzo por conciliar vida laboral y familiar, y el 26 por ciento cuenta con estudios superiores (27 por ciento, en el caso de los hombres), señala el estudio.Un dato interesante es que con rentas altas las mujeres tienen menor iniciativa emprendedora, sólo el 35% (el 44% de ellos). Esta relación se invierte para sectores de rentas bajas, que encuentran en emprender la opción del autoempleo.