El Ivia patenta un método de control remoto para invernaderos hidropónicos MADRID. ¿Es posible un cultivo que no necesita ni suelo ni un agricultor atado a él? El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia) y la Universidad de Valencia acaban de patentar la forma de controlar a distancia mediante Internet los invernaderos hidropónicos (cultivos que no requieren tierra para el crecimiento porque la planta se alimenta de un suministro constante de agua y fertilizantes). El proyecto se está aplicando en un invernadero de rosas del Ivia, cuya gestión está totalmente automatizada. La investigación aporta, frente a otros modelos del mercado, dos grandes novedades. Por un lado, además de controlar al segundo las necesidades de agua y nutrientes de la planta, utiliza la inteligencia artificial para predecir si la rosa tendrá sed en un futuro inmediato y proporcionarle su alimento. Por otro, un aspecto práctico: utiliza componentes industriales que ya existen en el mercado y cuyo uso puede ampliarse según las necesidades del agricultor. Última generación Su instalación es más sencilla y la solución puede mejorarse en cualquier momento. Es posible aplicarla en cualquier tipo de invernadero, "desde los más sencillos, habituales en el Mediterráneo, hasta las instalaciones de última generación", explica Dolors Roca, investigadora del Ivia. Además, se trata de un proceso económico y respetuoso con el medio ambiente, que a la vez permite la obtención de más plantas y de mayor calidad. "Se consigue el uso de menos agua y fertilizantes, porque tan sólo es empleada la cantidad exacta que necesita la planta", afirma Roca. En este invernadero inteligente, varios sensores se encargan de vigilar cada pocos segundos la temperatura de la raíz, la de las hojas, su humedad relativa, su ph y el clima. Toda esa información se transfiere a un ordenador que procesa los datos y aplica de forma automática los algoritmos matemáticos que deciden el agua que necesita la rosa en cada momento. El agricultor podrá gestionarlo desde cualquier ordenador del mundo a través Internet. Será capaz, por ejemplo, de hacer los cambios necesarios en el riego o la dosis de fertilizantes, así como de vigilar la temperatura, humedad y ventilación del espacio. Una red de webcams le acabará de componer una imagen en directo de la situación de sus cultivos.