barcelona. La falta de perfiles laborales adaptados a multitud de puestos de trabajo hace que la figura del inmigrante se vuelva imprescindible en algunos sectores como la construcción, los servicios y la hostelería. Éstos son sólo tres de los que durante este año se beneficiarán de unos 180.000 extranjeros no comunitarios que, según el Gobierno, llegarán a España para trabajar. Esta cifra es la suma de los seleccionados según el perfil solicitado por la comunidades autónomas (unos 30.000), los trabajadores de temporada (60.000) y aquellos que, por libre, el empresario vaya a buscar a sus respectivos países directamente (unos 91.000, según cálculos del Gobierno). Esta última es más utilizada los empresarios españoles pero, ¿cómo funciona cada tipo de contratación y cuál es la más adecuada para cada empresa?El proceso se inicia como cualquier trámite laboral, con un contrato de trabajo, pero se precisan cinco requisitos para que el empleado inmigrante aterrice finalmente en España: "El permiso de trabajo, el de residencia durante al menos un año, una empresa contratante inscrita en la Seguridad Social, la titulación y no tener antecendentes penales", explica Miquel Bonet, abogado y Director de Comunicación del Grupo Select.Adaptarse al contingentePor un lado, el Gobierno puede determinar cada año el número de trabajadores extranjeros que pueden contratarse en España, los lugares de origen y los sectores de actividad. Es lo que se conoce como "contingente". Según el Régimen General, el empresario deberá demostrar que el Inem no puede cubrir la vacante con trabajadores nacionales mediante un certificado expedido por este organismo. Finalmente existe el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura (CODC), un inventario que incluye los puestos laborales no cubiertos y que algunos empresarios solicitan, desde un albañil hasta un sepulturero (www.inem.es). La contratación en origen, a diferencia del contingente llevado a cabo por el gobierno, es de carácter nominativo, esto es, el empresario "ya sabe lo que va a buscar y difícilmente va a fallar o a traerse un empleado que no se corresponda con el perfil que buscaba", indica Ángel Grediaga, jefe de asesoría jurídica de Alta Gestión. Es el empleador el que solicita contratar a un extranjero concreto, con nombres y apellidos. En este caso, el reclutamiento laboral corre a cargo del empresario, que deberá abonar unos 1.000 euros en el proceso, con una duración aproximada de 6 meses. Antes de iniciar los trámites, el empresario debe asegurarse de que el perfil que solicita no está incluido en el contingente que llegará al país y que no se incluye en el CODC. "Muchas empresas recurren a países de origen , como por ejemplo la cadena Vips, porque no encuentran aquí los perfiles", recuerda Bonet. Pero las pymes tienen los mismos problemas de perfiles. El papeleo cuesta un 15 por ciento más que un proceso habitual de contratación. "Las ETT están presentes en casi todos los países del mundo, lo que facilita que el trabajador sea seleccionado y formado en su país de origen y llegue a España con un contrato con garantías máximas", asegura Francisco Aranda, secretario general de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal. Una cadena de oficinas agiliza los trámites para las pymes, "con un presupuesto y una planificación más limitada".