Después de 25 años recorriendo el mundo, Lone Sorensen abre la primera franquicia de reflexología facial en Españabarcelona. Asegura que la cara es algo más que el espejo del alma... podría ser como la planta del pie. Al menos para ella, que lleva un cuarto de siglo tratando los problemas de salud a través de los puntos clave. "La barbilla es la zona hormonal, la parte superior de la ceja corresponde al corazón, los mejillas al sistema respiratoria..." y así hasta más de 500 puntos en toda la cara. Lone Sorensen nació en Dinamarca hace 48 años y lleva la mitad de su vida viajando para conocer las últimas técnicas del lado más desconocido de la reflexología, la facial. Ahora se ha decidido a abrir la primera franquicia en España en la que se ofrecerán estas terapias. Fue la primera en introducir este tratamiento en Argentina, donde vivió 14 años, y de allí es de donde traerá todos los productos que utilizará en sus centros de España. "Todo lo hacemos con rosa mosqueta", reconoce Lone Sorensen. Además, el Centro Internacional de Reflexología Facial, que preside en Barcelona, es el suministrador de este material en toda Europa. Este centro es su pequeña empresa constituida como una sociedad limitada, con tres socios. El número de empleados es cinco, una catalana y tres daneses, con ella incluida. Este pequeño formato de empresa es una de las razones que le han llevado a decidirse por la fórmula de la franquicia para su expansión por España. Primero Cataluña, a principios de este año, y luego el resto del país. Los siguientes en la lista son México y Japón, también a través de franquicias.El canon de entrada es "asequible", según Sorensen, 39.000 euros, y la recuperación es rápida. Los franquiciados con más posibilidades de lograr el visto bueno para poner en marcha el negocio son los más de 3.500 alumnos que tiene en las diferentes escuelas repartidas por toda Europa. Sorensen asegura que España es uno de los mejores países del mundo para instalar franquicias. "Aquí la gente las respeta y están bien vistas. En el resto de Europa, los clientes no se las toman en serio y montar una con un tema serio como el de la salud no daría beneficios", explica Sorensen.Algo debe saber esta danesa que se ha recorrido durante dos años casi todas las franquicias que funcionan en España para ver qué modelo adopta en su nueva aventura. "Una de dentistas y otra de línea de productos para el hombre son las mejores que he visto", asegura. Sin embargo reconoce que no ha encontrado ninguna completa del todo: "Si tienen un buen plan de negocio, les falta diseño y viceversa. Es así en todas las ciudades".En el resto de EuropaEl negocio de Sorensen está presente en cinco países europeos con un centro propio en cada uno de ellos (el pasado año facturó dos millones de euros) pero, desestimada la opción de las franquicias en estos países, tuvo que idear una fórmula diferente. Vende su concepto de reflexología facial, cuya patente posee, a las escuelas europeas por 100.000 euros y el 25 por ciento de la facturación mensual. En España ha tardado dos años en conseguir la patente: 7.500 euros. También la tiene en Argentina y en otros 31 países más, como Francia o Suecia.