El PP quiere que la iniciativa se complemente con 'bolsas de horas' para asuntos familiaresPide deducciones en el Impuesto de Sociedades para las empresas que construyan guarderíasMADRID. La conciliación de la vida laboral y personal es cosa de todos, tanto de las empresas como de los agentes sociales. Eso al menos es lo que piensa el PP, que ha pedido en el Congreso la creación de un Observatorio de la Negociación Colectiva, encargado de supervisar si las empresas cumplen efectivamente con la política de adecuar los horarios de trabajo a los de la vida privada.Dicho observatorio estaría integrado por representantes de empresarios, sindicatos y hasta de ONG que trabajen en la materia. La causa de esta condición es evitar que puedan tomarse medidas relacionadas con el ámbito laboral (como alterar la duración de las jornadas de trabajo) sin el consenso de todas las partes. También se busca que el seguimiento de la evolución del observatorio sea realizado por los mismos agentes sociales que lo componen, explicó la diputada popular e integrante de la Subcomisión para la conciliación de la vida laboral y personal (dependiente de la Comisión de Trabajo), Carmen Quintanilla. Todo debe ser acordado "Los tres pilares de la conciliación son la legislación, la corresponsabilidad y la negociación colectiva", subrayó Quintanilla. A modo de ejemplo, se refirió a que los avances en conciliación logrados por los países del norte de Europa han tenido en la negociación colectiva su principal impulsor, "y no a la obligatoriedad por ley".El PP quiere que este organismo se complemente con otras medidas, como una bolsa de horas (una especie de hucha temporal para asuntos familiares o personales), cuya duración podrá ser acordada entre los sindicatos y la patronal. Otras propuestas de la formación parlamentaria son considerar como deducibles en el Impuesto de Sociedades los gastos de empresas en la construcción de guarderías para hijos de los trabajadores, ampliar a cuatro semanas el permiso de paternidad, y organizar el trabajo para compatibilizar las jornadas laborales y escolares. CiU también ha presentado un voto particular al texto, que fue aprobado el pasado 31 de octubre. Quiere que el Gobierno presente un plan de medidas concretas para facilitar la conciliación, utilizando como base las recomendaciones del informe de la subcomisión. Por su parte, el Grupo Parlamentario Socialista propone, entre otras medidas, "realizar actuaciones en diferentes ámbitos para sensibilizar al conjunto de la ciudadanía sobre la ineficacia de las jornadas laborales prolongadas". Estas propuestas corresponden a los votos particulares de PP, CiU y PSOE al informe elaborado por dicha Subcomisión, que tendrán que ser votados para su posible incorporación al texto definitivo, aunque no tendrá fuerza legal en caso de ser aprobados. Si finalmente superan la votación de la Comisión de Trabajo, pasarán a formar parte del texto definitivo; y se convertirán en recomendaciones del Congreso al Gobierno.Auditor de conciliaciónPero éstas no son las únicas propuestas recientes en materia de conciliación. El Instituto de Directivos de Empresa IDE-Cesem ha aprovechado la celebración del I Congreso Nacional para la Racionalización de Horarios para proponer la creación de una nueva figura en las compañías: el auditor interno de conciliación en las empresas españolas, para que garanticen el equilibrio entre la vida personal y laboral de sus empleados.Luis Capella, director de Marketing y Desarrollo del Instituto, señala que es conveniente que la persona que sea elegida proceda del departamento de Recursos Humanos, para que conozca a la organización desde dentro y sea capaz de ver la evolución de la plantilla para detectar cuáles serán las futuras necesidades de conciliación. "Se trata de conocer cuáles son las herramientas actuales y las que podrían necesitarse en el futuro".Las consultorías, por su parte, no ven con buenos ojos ninguna medida impuesta sobre conciliación que no provenga del interior de la propia empresa y sea resultado de su propia cultura corporativa. El argumento es que sólo tendrán éxito si proceden "de la propia cultura de la organización porque los valores no se imponen", dice Marta Ponsa, directora de Adqa-TMI.Mario Olarra, socio responsable de Capital Humano de PricewaterhouseCoopers, también cree que "las figuras de control reguladoras no ayudan a consolidar las políticas de conciliación".