madrid. El mayor enemigo de las empresas, al menos en cuanto a la protección de sus datos, está en su interior. Esto es lo que opina el 45 por ciento de los 110 expertos en delitos por Internet, procedentes de 20 países, que han participado en un Congreso sobre delitos cibernéticos en Londres.La compañía Websense, dedicada a la seguridad de las webs, aprovechó el cónclave de estos inspectores de la Red para realizar una encuesta sobre sobre la seguridad cibernética. Sólo el 10 por ciento piensa que los empleados fueron responsables de alguna infracción. El 74 por ciento responsabiliza directamente a las cúpulas directivas, y el 21 por ciento restante acusa a los departamentos de Informática de cada empresa.En cuanto a otras amenazas, los ataques externos (como de hackers y ciber-crimen organizado) son el principal temor para el 11 por ciento de los expertos, mientras que el 44 por ciento restante opina que hay el mismo riesgo entre amenazas externas e internas.Además, tres de cada cuatro encuestados consideran que la legislación para proteger contra los ataques de e-crimen ha sido inadecuada. La prueba es que el 64 por ciento está a favor de endurecer las actuales normativas, y más del 60 por ciento cree que la legislación no es ejecutable. En este caso, las causas son diversas pero los 110 expertos coinciden en enumerar las siguientes: escasez de recursos para la aplicación de la ley, falta de cooperación entre jurisdicciones e infracciones que son pasadas por alto y que la legislación no es lo bastante específica como para combatir los ataques a los datos de empresas.Otro de los aspectos relevantes es que sólo el ocho por ciento de los expertos apunta que las empresas toman medidas de protección antes de haber sufrido algún ataque (enfoque proactivo), mientras que el 59 por ciento indica que optan por mejorar sus sistemas sólo cuando han sufrido alguna invasión o ataque (visión reactiva) . Es decir, que muy pocas empresas creen en aquello de más vale prevenir que curar.