El 7 por ciento de las inversiones totales del capital riesgo en España son de tipo corporativoLos proyectos de base tecnológica son los más buscados por las compañías para invertir barcelona. Si en los últimos meses asistimos con cierto desasosiego al triángulo opero formado por Gas Natural, Endesa y E.ON, se nos escapa que por debajo de este entramado de miles de millones de euros se extiende un mundo de pequeñas adquisiciones, absorciones y participaciones que también protagonizan las grandes empresas.Pero, en esta ocasión, su objetivo no es un mastodonte de su tamaño sino que se trata de las pequeñas empresas que componen más del 80 por ciento del tejido empresarial español.Es una manera más de utilizar el capital riesgo, que en este caso se denomina corporativo o corporate venture capital. Las grandes absorben a las pequeñas, la mayoría de ellas tecnológicas, para aprovechar su innovación y su espíritu emprendedor, como parte de su estrategia de crecimiento. En el primer semestre de 2006 algunas grandes entidades invirtieron conjuntamente unos 100 millones de euros en pequeñas y medianas empresas que necesitaban arrancar. Esta cifra supone poco más del 7 por ciento de lo aportado por el capital riesgo en España. La inversión total del capital riesgo en nuestro país ha aumentado un 22 por ciento y en el último semestre se ha situado en más de 1.400 millones de euros, según los últimos datos de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI). El número de inversiones en este periodo asciende a 250, la mayoría de ellas en empresas de base tecnológica. "Las grandes funcionan como empresas ascensores que sacan a las pequeñas al mundo y las absorben para que impacten en su producción", explica Josep Miguel Piqué, director del Centro de Innovación La Salle de Barcelona. Junto a él, varios directores de desarrollo y de I+D de empresas como Indra o Telefónica, participaron en la Jornada sobre capital riesgo corporativo que organizó La Caixa, que ya ha desembolsado 4,5 millones de euros en el apoyo a emprendedores. Las razones de una grande para absorber a una recién llegada pasan por "captar su innovación y reducir su tiempo de reacción en el mercado", explica Marcos Iñíguez, director de desarrollo de negocios de Indra. Lo importante, asegura, es que no se sientan engullidos y que se adapten a la nueva compañía. No siempre la grande compra el cien por cien, a veces se decide por un servicio en concreto o por un porcentaje en el que participa a través de una entidad de capital riesgo que "ayuda a ver posibilidades de inversión directa".Cómo entrar La primera opción es, aseguran las compañías que tienen los ojos sobre estas nuevas innovadoras, comprar la totalidad de las mismas. Comprar participaciones o un servicio determinado es otra de las opciones, menos empleada en España. Trabajar como subcontratadas o entrar a formar parte de la gran compañías como accionistas, son dos opciones más. "Esta decisión depende de los intereses de la empresa que compra", señala Amparo San José, coordinadora de la red de inversores y family office de IESE. Si el interés es estratégico la compra será del cien por cien y si la razón de la compra es puramente financiera, "no sólo buscan en las nuevas tecnológicas e innovadoras, hay más discriminación sectorial", apunta San José. En realidad, buscan diversificar su economía más que potenciar su estrategia de crecimiento. El periodo de negociación con la pyme no se prolonga más allá de un par de meses y el tiempo de integración en la compañía se sitúa entre tres y cinco años siempre bajo un acuerdo mínimo de permanencia. La negociación del precio de la absorción es otra historia. "Muchas de estas starts-ups, o empresas recién nacidas, magnifican su verdadero valor", aclara el director general de Telefónica I+D, Carlos Domingo. El coste que paga la gran empresa que acoge a la pyme consta de dos pagos. Por un lado, la parte fija inicial, en lo que se valora la empresa en ese justo momento, y una parte variable posterior en función del nivel de cumplimiento del plan de negocio. Esta última parte puede abonarse en plazos establecidos según el compromiso de permanencia firmado.Fuera de EspañaEl capital riesgo corporativo llegó a invertir 17.000 millones de euros en toda Europa en los noventa. Era punto álgido y coincidió con llegada de la burbuja tecnológica cuando los fondos se invertían en microempresas virtuales. Con el fin del boom puntocom, las inversiones corporativas decayeron. Directores de fondos de inversión aseguran que la red corporativa se recupera. Actualmente el volumen de inversion del capital español en operaciones corporativas aumenta alrededor de un 9 por ciento anual y supera al de países como Alemania y Suecia, según ASCRI.