Oriol Fuertes fundó Qida a principios de 2018, para transformar la atención y cuidados que reciben en casa las personas dependientes. El empresario llevaba más de diez años en McKinsey.¿Cómo se convirtió en un emprendedor de éxito ?Desde el 2010 hasta 2018 solo hice sanidad y lo hice por todo el mundo. Ese año (2018), decidí crear Qida porque, en primer lugar, el 75 por ciento de gente mayor quiere morir en casa y no lo consigue. Y por oto lado, porque los sistemas sanitarios tienen el mismo problema: gastan más de lo que pueden. El gasto sanitario crece al 6 por ciento y el PIB al 3 por ciento, entonces es impagable e insostenible.¿Qúe diferencia a Qida del resto de empresas del sector?Apostamos mucho por la calidad y vamos 100 por ciento a éxito, es decir, solo cobramos si lo hacemos bien. Además, tenemos el sello de Impacto Social de la Fundación Ship2B y somos los primeros de España que lo tienen. Por último, trabajamos mucho con entidades públicas y privadas que recomiendan a Qida, entre ellas el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.En 2040 España será el país con más ancianos del mundo. ¿Cómo afectará eso al sector, y a Qida?De la forma en que lo miro y con mi trayectoria en el pasado, no veo a Qida como un negocio aislado. Lo veo dentro de un sistema, el cual es un reto el hecho de que seguimos pensando en construir hospitales, en meter más recursos sanitarios, y esto de lo que va es de que esta gente pueda estar en casa autónomamente. Ese cambio de chip es un reto para nosotros y para el sector. ¿Cómo ha implantado Qida la tecnología en su labor?Tenemos más de 35 variables que pedimos a la familia y al cuidador (35 por un lado y 35 por el otro), para hacer un matching muy eficiente. Además, tenemos una app que vamos a lanzar en septiembre para ofrecer un servicio que va mucho más allá de un cuidador. El último elemento es toda la sensórica que tenemos en el domicilio, sensores de humo, gas, agua... que ponemos de la mano de Tunstall Televida.Es una de las 30 personas más influyentes del mundo en impacto social. ¿Pueden usted y Qida cambiar el mundo ?Creo que sí y estoy convencido de que sí día a día. La visión es muy amplia, muy ambiciosa y yo personalmente estoy hipercomprometido, es mi causa vital.¿Cómo ve a Qida a medio y largo plazo?A finales de año estaremos seguro en el País Vasco y en Madrid. Más a largo plazo nos vemos como líderes europeos y en Latinoamérica, pero de momento queremos consolidar el modelo en España.