La internacionalización empresarial ha sido una de las grandes palancas para la la salida de la crisis. En el siglo XXI cada vez son más las empresas que abordan sus amenazas y oportunidades en clave de mercado global, con el objetivo de buscar crecimientos sostenidos y diversificados a largo plazo. Sin embargo, la realidad es otra: el 65 por ciento de las empresas españolas no hace prospección comercial fuera de su comunidad autónoma, el 60 por ciento no sale de su provincia y un 32 por ciento no vende fuera de su municipio, nueve puntos más que en 2017, según Iberinform. Este porcentaje de empresas locales se dispara en los territorios más insulares como Melilla (84 por ciento) y Ceuta (82 por ciento), Canarias (55 por ciento) o Baleares (60 por ciento). Por sectores, las empresas de servicios y agrícolas son las más locales frente a las logísticas e industriales. Asimismo, solo el 8 por ciento de las empresas españolas vende sus productos y servicios en el mercado global. El resultado es similar al registrado en 2018 y supone un retroceso frente al 11 por ciento de empresas españolas que pensaban globalmente en 2017. A nivel global Por territorios, ese porcentaje prácticamente se duplica en La Rioja (15 por ciento) y Navarra (14 por ciento) y registra sus tasas más bajas en Canarias (2 por ciento) y Baleares (4 por ciento). Las comunidades más cercanas a la frontera francesa o al Mediterráneo presentan un tejido empresarial más abierto y porcentajes más elevados de empresas que consideran que su mercado es global. La composición sectorial también es relevante. En ese sentido, las empresas industriales (17 por ciento) y logísticas (12 por ciento) piensan más en global frente a las compañías de servicios y construcción, que trabajan más pegadas al terreno.