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La canción del verano busca candidatos desesperadamente
¡Bombaaaa! ¿Recuerdan? Era el machacón estribillo de una canción de King África que nos rebanó las meninges durante todo el verano del año 2000. Y como ésta, otras muchas: Los pajaritos, Eva María, y, sobre todo, Macumba, El Meneito o La Barbacoa, interpretadas por el indiscutible rey de las canciones del verano Georgie Dann.
Con él intentó ponerse en contacto elEconomista infructuosamente. De forma oficial el bueno de Dann estaba de viaje, pero la intuición periodística nos lleva a pensar que en realidad sufría un "bajón", tal vez porque la canción del verano y toda su parafernalia ya no son lo que eran. De hecho algunos expertos la dan por muerta, pero aún son mayoría quienes piensan que le queda mucha vida.
La canción del verano
Todo comenzó a principios de los años 60; las radios de media España empezaron a calentarse progresivamente al ritmo de Mi carro, de Manolo Escobar, Black is Black (Los Bravos) o María Isabel (Los Payos). A finales de los 70 y principios de los 80 los transitores ya echaban humo por las antenas de tanto repetir, una y otra vez, temas como Un rayo de Sol (Los Diablos) o El baile de los pajaritos (María Jesús y su acordeón).
Con la llegada de los 90 la cosa se complicó, aumentaba el calentamiento global y subían las temperaturas veraniegas. De fondo, en las radiofórmulas del verano , La barbacoa (Georgie Dann) y el Tractor amarillo (Zapato Veloz). Ya en el nuevo milenio, Yo quiero bailar (Sonia y Selena) o La flaca (Jarabe de Palo) han puesto música al calor y son algunos de los últimos representantes un fenómeno sociocultural que se repite cada nueve meses.
Gusta y no gusta
Le pese a quien le pese, la canción del verano sigue estando viva después de eso. La controversia despertada hace años entre quienes opinan que la esencia de la canción del verano , patente en temas como Eva María se fue (Fórmula V), se ha ido definitivamente, y quienes creen que no, parece no afectar al concepto, en base al cual todos los estíos surge renovado.
Según nos cuenta Orlando Palacios, director de comunicación de Vale Music, "la canción del verano no ha muerto ni morirá nunca. Todos sabemos que se consume más música que nunca, aunque no se pague por ella".
Desde que todo comenzase a mediados de los años 60, siempre ha habido discusiones sobre cuál había sido la "reina" de las emisoras durante los tres meses más calurosos del año, pero no es posible ser tajante en este aspecto. Por ejemplo, durante el año 95 se hicieron famosas tres canciones entre las que es muy difícil decidirse. El tiburón, La Macarena y Scatman se repartieron a partes iguales los oídos de los españoles y las tres acabaron por hacerse con el "honor musical".
Al respecto, Orlando Palacios añade que "el consumo de música en España se ha atomizado. Tal vez ahora sea más difícil consensuar si hay una única canción del verano o hay varias".
Las discográficas lo intentan
Las compañías de discos preparan todos los años canciones con las que hacerse con el preciado "título". Incluso las campañas publicitarias de algunas empresas también se meten en el ajo invirtiendo mucho dinero en melodías como es el caso de Coca-Cola con Del pita del o la Once en su archifamoso Tapitas haciendo resonar sus marcas al ritmo de sus anuncios en las conciencias de los acalorados españoles.
Un ritmo pegadizo, una coreografía bailable, que se aprenda sin problemas, y estribillos simples y fáciles de recordar son la clave de un fenómeno mediático que no tiene parangón. Para que una buena canción llegue al Olimpo de las ventas tiene que ser compatible con chiringuitos, bares de copas y discotecas, etcétera. " Las discográficas trabajamos bajo la premisa de crear éxitos en todas las épocas del año. Concentramos nuestros lanzamientos de manera estacionaria en primavera y otoño para llegar al punto de madurez de los discos en verano y en Navidad.
El trabajo de crear la canción del verano podemos decir que se inicia con un año de antelación y no acaba hasta un minuto antes de que el disco entre en la cadena de producción. Aún así, que una composición se convierta en la canción del verano no es una ciencia exacta, por más que las compañías discográficas intentemos encontrar la fórmula magistral", argumenta Orlando Palacios. Pero como siempre, los oyentes son los que tienen la última palabra.
Junto con las nuevas tecnologías, los portales de Internet juegan un papel importante en la difusión de las creaciones musicales. Esto es lo que sucedió en el caso del rock-rural proclamado por el Koala con su Opá, yo viacé un corrá, que fue la canción en castellano más buscada y escuchada en Youtube antes de hacerse famosa. "Cuantos más impactos consigas, ya sea a través de la publicidad o de tocadas en la radio, más posibilidades tienes de llegar al público, pero eso tampoco garantiza que la misión ya esté cumplida", dice Ornaldo Palacios.
El número de discos vendidos durante el estío es muy bajo, según nos cuentan desde Promusicae, la asociciación de productores de música de España. Lo único que sube en ventas ahora mismo son los vinilos.
Y este año le toca a...
La competencia es dura y las canciones tendrán que abrasarse en condiciones dentro de cualquier altavoz para que su pestillo las convierta en un icono veraniego, pero no está el patio para siestas desprevenidas. Ya hay algunos temas como Ella Elle L'a, de Kate Ryan, que se perfilan como uno de los grandes hits del verano . Su videoclip en Youtube ya ha sido visto por más de tres millones de personas.
Otra canción que está pegando fuerte es Corazón contento, de los chicos de OT, un tema que se encuentra dentro de su álbum Agua y que es una nueva versión del hit que hiciera famoso hace cuarenta años Marisol. "Tiene muchos números para ser una de las que más suene durante estos meses. Reúne un requisito que la puede hacer invencible, es una canción intergeneracional, un tema que conocen hijos, padres y abuelos", afirma Orlando Palacios. Este compacto ya ha sido Disco de Oro en sólo tres semanas a la venta.
Shakira con Las de la intuición; Marta Sánchez, que resuena de nuevo con Superstar o Mika y su pegadizo Grace Kelly son algunos de los artistas que quieren entrar con sus composiciones en este club, que ya cuenta con una lista casi interminable.