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Castro delega el poder en Cuba por primera vez: su salud empeora
El anuncio salió de puño y letra del casi octogenario presidente y fue leído en una proclama ante las cámaras de la televisión por su secretario personal, Carlos Valenciaga, apenas tres horas después de redactado.
Castro, constituido en su propio portavoz médico, dió un parte que pretende ser tranquilizante, pero el hecho de delegar todo el poder por primera vez y de llamar al Partido, al Parlamento y a las organizaciones de masas a apoyar el texto, le confieren un tono inquietante hacia el futuro.
Según el propio Comandante, durante sus viajes a Argentina y al este cubano, "días y noches de trabajo continuo sin apenas dormir, dieron lugar a que mi salud, que ha resistido todas las pruebas, se sometiera a un estrés extremo y se quebrantara".
"Esto me provocó una crisis intestinal aguda con sangramientos sostenidos, que me obligó a enfrentar una complicada operación quirúrgica", añadió. El 20 de octubre de 2004, cuando una caída accidental en Santa Clara (centro), le provocó fracturas de consideración en el hombro derecho y la rodilla izquierda, Castro pactó con sus cirujanos que usaran anestesia local y así mantener el control pleno del poder.
Ahora, sin embargo, Castro ha delegado sus principales responsabilidades del Estado, Gobierno, Partido y Comandante en Jefe, en su hermano Raúl, ministro de Defensa, de 75 años. "La operación me obliga a permanecer varias semanas de reposo alejado de mis responsabilidades y cargos", explicó Castro al respecto.
Los problemas intestinales no son nuevos en la salud del presidente. Unos diez años atrás, Castro se ausentó prolongadamente de la escena pública suscitando, como siempre, fuertes rumores sobre su salud, reapareciendo mucho más delgado, lo que desató especulaciones sobre diabetes y otros males.
Su biógrafa brasileña, Claudia Furiati, afirma que se trató de una diverticulitis, que motivó un cambio de dieta a alimentos con fibra y platos frugales.
Desde el triunfo de su revolución en 1959, la salud de Castro ha sido un tema de especulación y puja política: hay pocas noticias oficiales, sus partidarios dicen que es de hierro y sus detractores y enemigos le han atribuido toda una enciclopedia de males.
Los biógrafos de Castro que en el futuro tengan acceso a su historia clínica quizás podrán determinar cuánto hubo realmente de salud vigorosa, fuerza de voluntad y disciplina personal, así como de discreción médica, reservada como un valioso secreto de Estado.