Generales

¿Qué hacer en este momento? Puede que haya rebote pero que también lo sea del gato muerto



    Las bolsas se han recuperado del susto y podrían seguir haciéndolo esta semana, pero pasar por alto lo que ha sucedido es no contemplar el riesgo de que estemos solamente ante un último gran rebote. El Ibex jamás había visto un indicador de fuerza relativa por debajo de 16 y el lunes alcanzó niveles de 10. Bajo 20, es extremo. Tanto un rebote hasta los 13.500, como otro más complejo hasta los 14.000 puntos, podría ser lo que llamamos el rebote del gato muerto.

    El pasado lunes atendía a una radio financiera y daba mi visión de lo que había sucedido. Conté lo que pude leer desde una tribuna especial el martes pasado. Intenté reflexionar sobre el lado bueno de esta historia y me reiteré en mi mensaje de los últimos meses: la renta variable entraña ahora un riesgo más alto de lo normal; comentando al tiempo que si se pensaba vender -hacer caso tarde siempre entraña mucho riesgo- era mejor hacerlo en un rebote hacia los 13.500 puntos (ayer se alcanzó intradiariamente los 13.490, tras una apertura en los 12.000 del martes).

    Insistí también en que no me parece que el mercado pueda subir sosteniblemente, comentando que el Ibex 35 debería ver niveles cercanos a los 11.000 puntos antes de poder establecer un suelo perdurable que nos abra ese paraíso de oportunidades que llegaran cuando el mercado haya sido castigado en exceso. El ser humano es un péndulo, y se suele pasar por ambos lados.

    Reacciones

    No tardaban en reaccionar los siemprealcistas. Carlos Doblado, todo el mundo lo sabe, es el analista técnico más bajista que ha conocido España. ¿Qué importa si recomendó comprar dos semanas después de los atentados terroristas del 2001? ¿Qué tendrá que ver con eso que Bolságora sugiriese en 2004 que estábamos en un círculo técnico virtuoso que debía devolver a máximos a las bolsas occidentales? Me han llegado a llamar terrorista intelectual en alguna ocasión...

    Pero lo más divertido fue ver como volvía al ataque el más conocido siemprealcista, despotricando desde su blog contra algunos de los que dieron su punto de vista el lunes -para mi lo más fácil hubiera sido callarme y vivir del acierto-. Criticando sin pudor al medio, Intereconomía, hablaba de pseudoanalistas y generadores de pánico. Pues no caballero, el pánico lo generan siemprealcistas que venden tarde y mal. Banqueros que van por la vida sin controlar su riesgo, y conversos que ahora dicen que esto ya tiene mala pinta. A buenas horas, mandas verdes. Lamento no tener espacio para ocuparme de las barbaridades que escribió el martes, pero hay cosas importantes que escribir. Quizá la semana próxima.

    Como niños, muchos quieren oír que se puede subir siempre, y lo defienden hasta que la cruda realidad les obliga a cambiar de discurso. ¿Por qué se sataniza a un bajista? Supongo que motivos hay muchos, pero el más importante es un rechazo antropológico a la palabra retroceso. Pienso sinceramente que los que consiguen superarlo, obtienen una gran ventaja. Pensar de un modo distinto al que piensa la mayoría es una poderosa herramienta en términos de supervivencia. El problema reside en bajar a explicarlo también a la caverna. Como contó Platón en su sagrado mito, majete, la mayoría de los que pretendes ayudar te tirarán piedras.

    ¿Qué hacer en este momento?

    Es imposible aconsejar a esta altura de la película. Si la bolsa podía ajustar un 25 por ciento sin caer en grandes locuras, ya se ha recorrido más de la mitad del camino… Hacer las cosas tarde es correr el riesgo de hacerlas más que mal. Si vas al médico con la cara hecha un mapa después de haber estado diez horas al sol, éste sólo puede darte una cremita, e intentar hacerte comprender que tu estado no es culpa de Febo ni de los Hados, sino de cómo obras. En el caso general, las personas no consideran escenarios negativos, cuando menos impensables. Olvidan el riesgo en cuanto las cosas van bien -la mayoría de veces- y luego viene el correctivo. Ahora no hay solución, sólo aprender y ver qué tipo de crema podemos aplicar a riesgo de complicar la quemadura con una alergia. Por eso procuro que usted no tenga que llegar a ello.

    Tenemos rebote, pero es que la sobreventa es tan extrema que no se había visto una lectura así desde 1.987. El Ibex jamás había visto un indicador de fuerza relativa por debajo de 16 y el lunes alcanzó niveles de 10. Bajo 20, es extremo. Tanto un rebote hasta los 13.500, como otro más complejo hasta los 14.000 puntos, podría ser lo que llamamos el rebote del gato muerto.

    Fíjese en cualquier gráfico del Nikkei. En verano dio una señal bajista parecida a la que han dado nuestras bolsas. Luego se vio una violenta y sinuosa recuperación que pareció solucionarlo todo, pero sin haber llegado a los objetivos de la pauta era arriesgado pensar así. Y eso es lo que pasa con un Ibex 35 que no alcance los 11.500. Puede que rebotemos, que nos acerquemos incluso a los 14.000 puntos, pero también que sea el rebote del gato muerto. Por ello, póngase una cremita - venda algo o cúbralo con derivados - y júrese a sí mismo que nunca más se expondrá de ese modo al riesgo. ¡Stop loss!