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Innovación continuada en la bodega manchega del Marqués de Griñón
Carlos Falcó, marqués de Griñón, detalló algunos aspectos del proyecto familiar que desarrolla en Malpica de Tajo (Toledo) desde 1974, sobre el que bromeó diciendo que en Castilla-La Mancha siempre ha habido un clima difícil para cultivar viñas. Toda su exposición estuvo basada en relatar la introducción de sucesivos avances tecnológicos para mejorar la sostenibilidad de la explotación y la calidad de sus vinos.
"Tras visitar California en la década de los 60 del pasado siglo, comprendí que podíamos tener en Toledo otro tipo de uvas que nunca habíamos cultivado allí". En los más de 30 años que lleva cultivando, Falcó señaló que no se habían producido en esa zona de España grandes cambios que hayan afectado al rendimiento del viñedo. Por ello, recomendó elegir bien el tipo de uva adaptada al clima y elegir bien el tipo de riego.
En este último sentido, Falcó fue pionero en traer a España el riego por goteo hace varias décadas, cuando sólo se usaba en Israel. Con ello han reducido el consumo hasta en el 50 por ciento manteniendo el rendimiento de la uva y sin que se haya elevado el nivel de acidez del vino.
Otra innovación importada de Israel ha sido el uso de medidores de estrés en las viñas como los que se usan en los aviones para estudiar cómo afecta la variabilidad extrema de temperatura a los materiales de las aeronaves, algo que el país de Oriente Próximo empezó a usar en los naranjos.
Todo ello, concluyó, ha provocado que las botellas de vino que se vendían a 24 euros, hoy se comercializan por 100 euros.
La experiencia de California
Por su parte, Steve Smit, vicepresidente de gestión de viñedos de Constellation Wines en California (EEUU), enumeró qué aspectos de los viñedos son críticos para hacer sostenible su explotación. Entre ellos: hacer más eficiente el uso de la energía, trabajar para tener un suelo fértil sano, desarrollar una gestión integrada de los pesticidas, fomentar la diversidad biológica en el entorno de la viña.
También insistió en la importancia de los sistemas de medición para saber si se están incrementando, o disminuyendo, la sostenibilidad del sistema de producción del vino y qué balance de emisión de gases de efecto invernadero tiene cada explotación.