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Cambios tecnológicos, crisis y fusiones



    Formar, informar y entretener son las tres premisas que debe cumplir cualquier medio de comunicación que se considere serio. Eso al menos de puertas para afuera. Porque de puertas hacia dentro, el sector ha cumplido la tercera de ellas con creces, pues los grandes grupos de comunicación no dejan nunca de generar noticias, nunca mejor dicho, tanto por factores externos como internos.

    Los grandes directivos de estos grupos llegan a rivalizar en popularidad con las estrellas más rutilantes de sus medios.

    Y es que en los últimos años se les ha juntado todo a los medios del sector: un continuo cambio tecnológico, que con la llegada de la era digital está afectando bastante más de lo que podría anticiparse de antemano; unas contagiosas políticas de adquisiciones y fusiones que, con el paso de los meses y de los años se han demostrado equivocadas en demasiados casos; y, por supuesto, la crisis, que ha golpeado fuerte, muy fuerte, sobre todo a los medios más tradicionales.

    La crisis... de la publicidad

    En tiempos de crisis, las cifras cantan más que nunca, y la mejor forma de medir la temperatura de los medios de comunicación españoles es mediante los datos de facturación publicitaria conjunta. Si en 2006 los medios tradicionales (prensa escrita, radio, televisión, cine, publicidad exterior e Internet) facturaron 7.307 millones de euros en publicidad, y 7.985 al año siguiente, en 2008 el sector comienza a sentir los efectos de la crisis, y reduce dicha cifra a 7.103 millones de euros, lo que ya suponía un 11 por ciento de descenso. Pero lo peor estaba por llegar, pues en 2009 la facturación cayó en picado hasta los 5.621 millones de euros, nada menos que un 20,9 por ciento de retroceso en el que fue, para el conjunto de la economía española, el peor año de su historia.

    Sin embargo, el recién fenecido 2010 parece haber sido el año del final de la caída, para respirar hondo y acometer la recuperación con fuerza, pues la facturación sólo cayó un 0,01 por ciento con respecto a 2009. Estas cifras son en conjunto, pues no ha llovido por supuesto a gusto (o disgusto) de todos. Mientras la televisión se ha mantenido como ha podido, siempre en su lugar privilegiado de invitado que más tarta come, a la crisis de facturación publicitaria y ventas de la prensa escrita se une la crisis de soporte, que solo puede a ir a peor en los próximos años.

    Nuevos modelos de negocio

    La era digital llegó oficialmente con el apagón analógico y la implantación de la TDT. Esto, extrapolado al resto de plataformas de la comunicación, ha traído, además de ventajas para los consumidores, un cambio drástico de modelos de negocio del que va a salir favorecido con toda claridad Internet, que se prevé que crezca hasta un 12 por ciento en 2011, y ocupe el segundo puesto del reparto, sólo por detrás de la televisión.

    Inoportunas operaciones

    Y a todo esto, la supuesta bonanza económica precrisis dio alas a ciertas operaciones en los grandes grupos de la comunicación española que ahora, visto lo visto, nos resultan, al menos, muy arriesgadas. Nos referimos, por ejemplo, a la adquisición por parte de Prisa del 100 por ciento de Sogecable, la compra de Recoletos por parte de Unedisa o la fusión Telecinco-Cuatro.