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Sábado negro en los aeropuertos: Atentado fallido en Glasgow y falso aviso en Ibiza



    Ayer fue un mal día para volar en Europa: al aviso de la existencia de un explosivo en el aeropuerto de Ibiza, que obligó a su cierre durante unas tres horas y media, se juntó con el impacto de un todoterreno en llamas en la entrada de la terminal principal del aeropuerto de Glasgow. Tras este incidente, el Reino Unido elevó su nivel de seguridad hasta 'crítico', el más alto, y que indicaría la inminencia de nuevos atentados.

    Nueva jornada de alerta terrorista el sábado en el Reino Unido, tras los incidentes registrados el viernes. Un vehículo en llamas se empotró en la entrada de la principal terminal del aeropuerto escocés de Glasgow , según fuentes policiales británicas y diversos testigos.

    La policía detuvo a los dos ocupantes del vehículo, uno de los cuales falleció debido a las quemaduras del suceso, según informa la CNN que además citó fuentes de la investigación y señala que habría una conexión entre los dos coches bomba encontrados el viernes en Londres y el ataque de la jornada del sábado.

    Tras el atentado en Glasgow, una portavoz de la policía de Glasgow precisó que el vehículo no penetró el edificio y que el incendio fue controlado.

    El ministerio británico del Interior elevó al grado de "crítico" el nivel de seguridad en todo el Reino Unido en respuesta a los últimos incidentes terroristas.

    El nivel "crítico", el más alto nivel de la escala de seguridad, significa la inminencia de un posible ataque terrorista, según fuentes de la BBC.

    El ministerio adoptó esa decisión tras una reunión, el sábado noche, del comité Cobra, grupo interministerial creado para hacer frente a emergencias nacionales, presidida por el nuevo primer ministro, Gordon Brown.

    Dos detenidos por el incidente

    Un testigo dijo a Sky News que un hombre asiático que iba dentro del automóvil se enfrentó con la policía justo después del incidente, pero que éste puso ser reducido. Otro testigo indicó que un segundo hombre, también asiático, estaba en llamas tras el incidente y posteriormente falleció.

    Otra persona dijo a la BBC que el vehículo era una camioneta Land Rover y que no consideraba que fuese un coche bomba porque la explosión fue relativamente pequeña. "Había caos en el aeropuerto", dijo un testigo, James Edgar. "Estaba en el edificio del aeropuerto (...) y de pronto había personas corriendo (...) todos decían que saliéramos del aeropuerto", agregó.

    Por su parte, Estados Unidos ha incrementado la presencia policial en sus aeropuertos ante este incidente, elevándose el nivel de alerta hasta "naranja" en los mismos, aunque ha precisado que se trata de una medida de seguridad ya que no hay una amenaza concreta para el país, según declaraciones de Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca.

    Falso aviso de bomba en Ibiza

    Previo al ataque en Glasgow, la sombra de la amenaza de ETA se puso de manifiesto tras el falso aviso de la existencia de un explosivo en el aeropuerto de Ibiza, en el primer día de las vacaciones de julio, que obligó el sábado por la mañana a cerrar unas tres horas y media la terminal, evacuar a unas cuatro mil personas y desviar o cancelar 49 vuelos, lo que afectó a más de trece mil pasajeros

    La Delegación del Gobierno en Baleares informó de que sobre las 12:15 horas del sábado, la Guardia Civil de Guipúzcoa tuvo conocimiento de sendas llamadas anónimas al diario "Gara" y a la DYA que avisaban de la existencia de un explosivo en las inmediaciones del aeropuerto, que estallaría 45 minutos después.

    Simultáneamente, otro comunicante anónimo llamó al "Diario de Mallorca", en Palma para dar el mismo aviso. El aviso obligó a cerrar el aeropuerto a las 12:30 horas, a evacuar a los pasajeros que se encontraban en la terminal, cortar los accesos a las instalaciones por carretera e instalar un mando avanzado médico para atender posibles urgencias.

    Los pasajeros formaron una larga cola a ambos lados de la carretera del aeropuerto, que llegó a ocupar varios kilómetros de longitud, y a los que cincuenta voluntarios de Protección Civil suministraron agua para mitigar el fuerte calor reinante.

    Una veintena de afectados

    Los servicios sanitarios atendieron una veintena de personas con problemas leves, en su mayoría causados por el calor, y crisis de ansiedad.

    Cincuenta miembros de la Guardia Civil y veinte de la Policía Nacional, ayudados por dos perros especializados en la detección de explosivos, inspeccionaron las instalaciones, en las que localizaron dos paquetes que infundieron sospechas.

    El primero de ellos se encontró en una papelera situada en el aparcamiento y que, tras ser manipulada por un robot sobre las 14:15 horas, se comprobó que se trataba de una caja de zapatos vacía.

    Confusión con las detonaciones

    El robot, según fuentes de la investigación, emplea un dispositivo que provoca una detonación similar a un disparo, sonido que fue confundido con una explosión por los periodistas en el exterior del aeropuerto.

    Posteriormente se localizó una mochila, también en la zona de aparcamiento que, por prevención, fue explosionada sobre las 15:20 horas, lo que permitió comprobar que sólo contenía efectos personales, según la Delegación del Gobierno.

    Tras comprobar que en las instalaciones no había ningún explosivo se permitió el regreso de los trabajadores y personal de seguridad al aeropuerto, que fue abierto al tráfico aéreo a las 15:05 horas.

    Terminal operativa

    La terminal fue reabierta a las 16:05 horas. El aeropuerto de Ibiza tenía previsto durante la jornada del sábado 307 operaciones, con un movimiento de viajeros de 40.400 pasajeros, coincidiendo con el primer fin de semana de julio, según fuentes de Aena.

    Estas fuentes indicaron que los aviones que debían llegar a Ibiza mientras duró el cierre de las instalaciones fueron desviados a Palma, Barcelona, Mahón, Marsella y Valencia.