Paisaje diVino
Con tan sugerente nombre se presenta esta propuesta para descubrir los vinos, la gastronomía y la naturaleza de seis espléndidas comarcas leridanas agrupadas en la Ruta del Vino de Lleida-Costers del Segre. Desde la época de los romanos el cultivo de la uva está arraigado en esta tierra cuyos caldos cuentan con un notable prestigio, incluso fuera de nuestras fronteras. Buena prueba de ello son los excelentes resultados en los premios Best of Spain otorgados recientemente en Dusseldorf.
Viñedos de Cervoles Celler.
Las bodegas que forman la Ruta del Vino de Lleida elaboran sus vinos bajo la certificación de la Denominación de Origen (DO) Costers del Segre. Esta, a su vez, se encuentra dividida en siete subzonas productoras: Artesa de Segre, l'Urgell, les Garrigues, el Pallars Jussà, Raimat, el Segrià y les Valls de Riucorb. Recorrerlas ofrece la oportunidad de descubrir unos vinos que, tanto en sus exponentes de factura más tradicional como en los más innovadores, se han decantado por primar la calidad.
Lo más acertado será seguir la Ruta establecida y que nos conducirá por ese Paisaje diVino. Ruta que apenas hace unos meses ha obtenido la certificación oficial del Club de Producto de las Rutas del vino de España. Pues bien, la nueva ruta vinícola discurre por las comarcas de el Segrià, la Noguera, las Garrigues, el Pallars Jussà, el Pla d'Urgell y la Segarra, y en ella se integran 17 bodegas, 2 enotecas, 7 alojamientos y 10 restaurantes que elaboran típica cocina leridana. Estos establecimientos emplean como materia prima las frutas, verduras, hortalizas, aceites y carnes que se producen en la zona para componer una cocina básicamente de temporada.
Barricas de las Bodegas Celler del Montsec, en Artesa de Segre.
En cuanto a las bodegas, hay algunas que abren sus puertas y podemos visitar. Entre ellas se encuentran la conocida Raimat, bodegas centenarias como Castell del Remei o Villa Corona, que recientemente ha cosechado el reconocimiento de la Guía Catavinum 2011 para tres de sus monovarietales.
El viajero no sólo disfrutará de la buena mesa y exquisitos vinos leridanos. También podrá intercalar -entre copa y plato- un tiempo dedicado al patrimonio que atesoran estas localidades y que no es escaso. Indispensable un paseo por la Seu Vella de la propia ciudad de Lleida y muy recomendable la visita a los monasterios de Vallbona de les Monges y Les Avellanes, y al castillo de Verdú. El complemento perfecto para un viaje gastronómico y enológico por la provincia leridana.
Les Avellanes.
Más información sobre la Ruta del Vino de Lleida-Costers del Segre:
http://www.rutadelvidelleida.com