Cinco razones por las que Isco brilla con la Selección y no con el Real Madrid

Isco Alarcón es el hombre de moda de la selección española. Curioso. Ayer destrozó a Argentina con su hat-trick (el primero de su carrera profesional) y un partido brillante. En el Real Madrid, por el contrario, vive sus tiempos más oscuros justo un año después de haberse ganado la titularidad indiscutible de Zidane. Eso es pasado. ¿Por qué? Cinco razones explican la gigantesca diferencia entre la situación del malagueño con España y la que sufre en el Bernabéu.

1.- Confianza

Es quizá la razón fundamental detrás de la que se esconden el resto. Isco, en España, goza de la confianza total y absoluta de Lopetegui. Es casi ciega. Incondicional. Da igual que juegue mucho o poco en su club, el seleccionador lo alineará partido tras partido. Con el Madrid, sin embargo, sucede lo contrario.

Se siente el jugador número 12. Lo era cuando Bale era intocable. Pero ahora que el galés ha perdido su blindaje, Isco no ha consolidado la fe de un Zidane que sí protege a Benzema (él sí tiene permitido fallar) con esa confianza que Isco sólo posee en 'La Roja'.

2.- Mejor posición y más libertad

Isco, en la selección española, ejerce de interior zurdo dentro de un mecanismo diferente al que se usa en el Real Madrid. De blanco juega con un 4-4-2. Con España es un 4-2-3-1.

El matiz es importante. Con España Isco se beneficia de los espacios que le generan desde la mediapunta. Encara, dribla y tira diagonales que buscan su pierna buena bien para tirar, bien para acabar dando el centro definitivo. En el Madrid el mecanismo es más encorsetado porque con dos delanteros, el malagueño no goza de la mismos espacios para lucirse.

Un panorama que Lopetegui no encorseta. El '22' también goza de libertad para aparecer dónde quiera cuando la situación así lo requiera. Eso le permite también sorprender desde otras zonas del campo como hizo ayer en la segunda parte del duelo ante España. En el Madrid le cuesta más multiplicarse por otras partes del campo.

3.- Los compañeros le buscan

En el Real Madrid el balón sólo busca a un futbolista: Cristiano Ronaldo. Y en su defecto, Benzema es el benefactor del torrente ofensivo de los merengues. En España, las tornas se cambian. Existen una percepción más coral de los protagonismos. Eso hace que Isco goce de más balones. Que los compañeros lo busquen más de lo que lo hacen en el Real Madrid. Una tendencia que el propio Isco alimenta. Cada vez que se hace con la pelota, inventa fantasías y peligro. Normal que le den más el esférico.

4.- Reparto de responsabilidades

Fruto de todos los puntos anteriores, Isco se siente en la selección mucho más importante que en el Real Madrid. Esa responsabilidad no le pesa. Le espolea. Porque es la estrella y las estrellas gustan de sentirse así. Le ocurre a Cristiano en el Real Madrid o Messi en el Barça.

Pero para que ellos brillen en sus equipos, es necesario que otras constelaciones se apaguen un poco. Con España no hay riesgos. Isco no necesita cortarse. Él es la estrella. Y lo demuestra en cada partido.

5.- Monopolio del desborde

En el Real Madrid el juego es fluido. Rápido. Fluye con velocidad en un club acostumbrado en la última década más a golpear sin apenas transición que a masticar las jugadas. Por eso cuando Isco tiene la bola e intenta filigranas para desbordar al rival, genera críticas del público. Incluso de sus propios compañeros (eso sí, en privado) por conducir demasiado.

Con España no sucede. Tiene licencia para hacerlo. Suyo es el monopolio del desborde. Con un regate fantasioso, el equipo le espera a que invente alguna acción con la bola en los pies aunque frene un ataque que suele ser más estático que en el Madrid y en el que recursos como el que fomentan el andaluz son bienvenidos, más que criticados.