Fútbol

Los cinco pecados capitales de Zidane en la derrota del Real Madrid ante el Girona

  • En Montilivi las críticas se centraron en los jugadores, pero el técnico también falló
Zidane da órdenes a sus futbolistas durante el partido ante el Girona. Imagen: EFE

EcoDiario.es

El Real Madrid cayó en Girona. Sorpresón. Lo hizo en un partido donde las críticas se adosaron a la espalda de sus futbolistas. Hasta Casemiro se permitió el lujo de provocar un terremoto en el vestuario al dejar en evidencia a sus compañeros. Pocas de esas reflexiones ácidas se dirigieron, sin embargo, al banquillo. Pero la gestión de Zinedine Zidane también tuvo que ver en la debacle ante un recién ascendido. Estos fueron los cinco pecados capitales del francés en Montilivi. Algunos de ellos, por cierto, peligrosamente repetidos a lo largo de esta temporada.

1.- Partido poco preparado

El Girona se comió al Real Madrid siendo el Girona. Ya lo dijo su entrenador, Pablo Machín, tras el partido: "No hemos hecho nada distinto de lo que solemos trabajar". Es verdad. El sistema que puso sobre el campo, el 3-2-4-1, es el mecanismo que viene usando desde que se hizo con las riendas de los rojiblancos. No es un dibujo muy habitual, pero a él le ha ido de fábula. Zidane debería saberlo. Por lo visto, no lo tuvo muy en cuenta.

El sistema de doble pivote y dos mediapuntas ahogó la medular merengue. Eso y la presión con la que suele atacar a contrario. Pero desde el minuto 1, el Real Madrid se vio sorprendido por el despliegue del contrario. Zidane recurrió a sus habitual sistema, el 4-4-2, pero en ningún momento mutó la colocación para minimizar al contrario. Dio sensación que el francés no pensó mucho en su contrincante a la hora de disponer a sus hombres.

2.- Cambios tarde

Es ya una tendencia que Zidane haga tarde los cambios. En muchas ocasiones el galo ha defendido lo tardío de sus movimientos alegando que no veía mejor al banquillo. Ayer, en Montilivi, las dos sustituciones que realizó pensando en ganar (la de Nacho por Varane fue cosa de obligación) las ejecutó cuando apenas quedaban 25 minutos de encuentro, casi 10 minutos después de que el Girona fuera ganando 2-1. Al entrenador merengue le costó reaccionar.

3.- Zidane no zarandea a los suyos

El Real Madrid perdió el partido en la segunda parte, pero bien pudo hacerlo en la primera. Los dos balones al palo de esos 45 minutos iniciales no hacían prever lo mejor. Sin embargo, el gol de Isco y la fortuna minimizaron el descalabro.

Tras salir de la caseta, más de uno esperaba que se viera otro Real Madrid. Que Zidane inyectara en los suyos el coraje suficiente para demostrar más brío. Que los 'zarandeara' en su acepción literal o figurada, pero que se viera otra actitud. No fue así. El equipo no sólo no mejoró, sino que siguió arrastrando su desidia.

4.- Protección a las vacas sagradas

Es un pecado vinculado a los cambios. Ayer Zidane quitó del campo a Achraf y Marcelo. El primero, un canterano. El segundo, un jugado de peso que, sin embargo, venía de una lesión y que, dentro del desastre, no fue el peor. Había otras opciones. Por ejemplo, Kroos o Modric. Incluso alguno de los delanteros carentes de puntería en las últimas jornadas. Pero Zidane sigue sin tocar a ciertos futbolistas que considera básicos. Aunque tengan la peor de sus tardes.

5.- Sin plan alternativo

El Real Madrid acabó buscando la remontada contra el Girona a la vieja usanza, esto es, balón a la hoya y a confiar en que la dinamita que tienen sus futbolistas hiciera el resto. Antes de la entrada de Asensio y Lucas Vázquez, el Real Madrid había metido sólo cuatro centros al área. Con ellos, en 20 minutos, se disparó hasta los 14 centros... pero sólo dos fueron rematados. Escaso bagaje para un equipo sin plan B alternativo cuando le toca ir en contra del marcador.