Isco y su renovación 'interruptus': los motivos de un adiós cada vez más cercano

El Real Madrid anunció ayer la renovación de Gareth Bale hasta 2022. El delantero es el útlimo eslabón del llamado 'Plan Renove' del Santiago Bernabúe, esto es, la renovación de un buen puñado de jugadores trascendentes de la plantilla blanca con el fin de garantizar el futuro merengue, más ahora que la sanción de FIFA amenaza al club a quedarse sin poder fichar hasta enero de 2018. En esta estrategia también estaba incluido Francisco Alarcón, Isco. Sin embargo, la ampliación del contrato del malagueño no llega y no tiene visos de hacerlo en breve. ¿Por qué? Es el propio jugador el que ha paralizado el acuerdo.

Isco no se siente cómodo en su rol actual y prefiere esperar y tener claro qué será de él antes de que dar el paso de atarse al club merengue por varias temporadas más. Dicho de otra manera: no tiene claro si seguirá en el Real Madrid a partir del próximo verano.

Cuenta hoy el diario As que éste es el principal problema por el que no ha habido avance alguno en los contactos. Porque contactos, haberlos, los hubo. Llegaron en verano y fueron orientativos, llamadas fugaces entre equipo y representantes para saber las intenciones de uno y otro. Entonces el jugador parecía receptivo.

Ahora ya no tanto. De ahí que no se hayan dado pasos al frente. Isco, titular este domingo frente al Alavés, está empezando a coger un rol algo más protagonista gracias a las lesiones de Casemiro y Modric. Cuando ambos se recuperen de sus lesiones, será más complicado que juegue.

Si de ahí en adelante, el '22' vuelve a ser suplente, su continuidad en el club quedará en entredicho. Isco tiene contrato hasta 2018, es decir, que de la próxima será su último curso con los blancos. Si el equipo merengue quiere sacar algo de tajada por su despedida, debería venderlo el verano que viene. En caso contrario, dejaría el Paseo de la Castellana sin dejar ni un euro en las arcas del Real Madrid.