Desvelan la pizarra de Zinedine Zidane para la final de Champions

El balón parado será un arma fundamental en la final de la Champions. Así lo piensa un Zinedine Zidane que, analizando al Atlético, imagina que el partido bien podría decidirse por una jugada, por un detalle. Que se lo digan a los colchoneros con el gol de Sergio Ramos en la final de Lisboa. Por eso, se ha decidido a preparar todo con muchísimo detalle.

ABC recoge cómo ha preparado Zidane (junto a David Bettoni) estas jugadas que a la postre podrían ser tan peligrosas y determinantes en la final de Milán. Los hombres implicados serán 'sospechosos habituales', jugadores con poderío por arriba como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Gareth Bale, Pepe...

Kroos y Modric lanzarán las faltas y el equipo buscará preferentemente las apariciones de Ramos cuando se cuelguen balones desde la izquierda. Para ello, el resto de jugadores atacarán el primer palo. Desde el lado derecho, será Pepe el que acuda en último lugar. Casemiro intentará confundir las marcas. El duelo entre los defensas será clave: Giménez y Godín se emparejarán con Pepe y Ramos. Incluso se han cambiado las señales para anunciar las jugadas de estrategia. Pero hay más.

Ante un sistema defensivo como el de Simeone, Zidane se ha empeñado en concienciar a sus jugadores de que no centren por centrar, que busquen las ocasiones ideales para evitar pérdidas que el Atlético le pueda penalizar. La importancia de que Marcelo y Carvajal sepan contemporizar las subidas será muy grande.

A esto se añade la mayor de las variantes que dependen del azar en un partido de fútbol: los penaltis. A pesar del especial carácter de este momento, Zidane ya ha elegido a sus lanzadores: Cristiano, Modric, Kroos, Bale y Ramos. El estudio sobre Jan Oblak, meta rojiblanco, ha sido concienzudo.

La idea es dejar el menor espacio concedido a lo imprevisible, cuidar todos los detalles posibles. La puesta en marcha de sus jugadores de todo lo ensayado en las dos semanas previa al choque decidirá el ganador de un trofeo que haría del curso 15/16 uno exitoso en una entidad tan exigente como la de Concha Espina.