Parte de la directiva del Real Madrid cree que Cristiano Ronaldo perjudica a Gareth Bale

Gareth Bale hizo uno de sus mejores partidos de la temporada ante el Rayo Vallecano...sin Cristiano Ronaldo. Primero sin el luso, y después solo por la lesión de Karim Benzema, el galés lideró al Real Madrid, consiguió abrir la remontada y cerrar la victoria con un 2-3 marca de la casa, haciendo gala de su enorme potencia.

El encuentro en Vallecas fue un recital del '11', que se encontró como pez en el agua en un entorno mucho más abale. Sin la jerarquía y los espacios ocupados por Cristiano, Bale pudo protagonizar el grueso de las jugadas de ataque del Real Madrid y habitar zonas que quedan un tanto lejos de su campo de acción cuando la 'BBC' (especialmente Cristiano) está en el campo.

Lo visto en el césped del estadio rayista llenó de optimismo a una directiva que pudo ver al jugador que esperaba en agosto de 2013. También les otorgó una certeza: que el '11' juega mucho mejor cuando no choca con Cristiano en el campo, según informa ABC. Creen que si está solo, rinde mucho mejor. Los dos se obstaculizan, es difícil compaginar dos caudales de velocidad y afán ofensivo en el terreno de juego. Con Benzema es más sencillo: el gusto del galo por jugar entre líneas hace más fáciles las cosas. Pero con el luso todo es distinto.

La posición de Bale y Cristiano en el campo es objeto de discusiones desde el curso pasado, cuando se percibió a un Bale muy desubicado en la derecha. Partiendo de la premisa de que CR7 en la izquierda es fijo, quedaba probar el centro. Hubo atisbos de mejora, pero lo cierto es que (y él mismo lo reconoció) en la derecha, aunque con movilidad, es el sitio en el que mejor ha explotado sus facetas.

Bale tiene momentos de irrupciones por la izquierda, el movimiento de los tres de arriba lo posibilita. Pero su mayor campo de actuación es el de la banda derecha. Solo su definitiva explosión como jugador explica el cambio de rendimiento de un curso a otro. Y eso se multiplica cuando el '11' adquiere el mando de las operaciones.

Con Cristiano de vuelta (y puede que también para más allá de final de curso), recae en Zidane la responsabilidad de intentar combinar a las dos estrellas de la mejor manera posible. El objetivo del galo, comunicado a Bale, es claro: que los dos puedan ejercer a la vez de líderes, que se complementen por el bien del equipo.