Busquets, su guiño al City de Pep Guardiola y un juego de dobles intenciones

Sergio Busquets heló ayer el aliento de mucho aficionado del FC Barcelona. "Sólo hay dos personas por las que dejaría Barcelona. Una es mi mujer y la otra, Pep Guardiola", afirmó el mediocampista. La sombra de una posible salida al Manchester City se transformó, de mera sospecha, a amenaza latente. Sí. Busquets aclaró después que lo ve complicado, que no cree que Guardiola le llame, que lo normal es que siga en la ciudad condal. Pero la frase, directa y sin anestesia, ya se había inoculado en el corazón de los barcelonistas. ¿Realmente 'Busi' quiere irse? No. 'Busi' quiere quedarse, pero quiere hacerlo con mejores condiciones de las que tiene actualmente en el Barça. Quiere mejorar sus emolumentos. Y si no, ponerse de nuevo a las órdenes del mejor entrenador que ha tenido. Es su juego de dobles intenciones. 

El problema es que Busquets ya renovó recientemente. De hecho, no se ha cumplido ni un año de una firma que hoy se queda obsoleta a tenor de los últimos acontecimientos acaecidos en las oficinas del Camp Nou: Alves, Neymar, Messi... todos han subido su salario o están en previsión de hacerlo en breve.

Y claro, teniendo en cuenta que, a día de hoy, el '5' blaugrana es tanto o más imprescindible que algunos de esos nombres, el jugador ha querido saber 'qué hay de los suyo'.

Cuenta hoy el diario Sport que desde hace semanas hay contactos para, efectivamente, subirle el salario. Reclama ser uno de los mejores pagados de la plantilla y lo sería. Ascendería a la cuarta posición de la plantilla sólo por detrás de Messi, Neymar e Inesta, con algún cero de más en su cuenta corriente con respecto al salario que ahora percibe, unos 6 millones netos por curso (aquí puede consultar todos los sueldos de toda la plantilla)

Unas negociaciones que seguramente acelere las declaraciones que hizo ayer Busquets, tan sencillas y rotundas como aparente su juego sobre el terreno de juego.

Con Pep Guardiola 'amenazando' con los petrodólares del City, el riesgo se redobla. De ahí que las palabras de Busquets puedan, finalmente, conseguir su objetivo.

De no ser así, Pep ya tendrá en limpio que su chico, uno de aquellos chavales que rescató de Tercera División para formar parte del mejor equipo de la Historia, estaría dispuesto a hacer las maletas por él y fichar en una escuadra sin centrocampistas del corte que aporta el catalán. Al menos si se va, nadie podrá decir a Busquets que no avisó con tiempo.