El Real Madrid 'actualiza' el precio de Cristiano Ronaldo para calmarlo por el caso Bale

El Real Madrid se encontró la semana pasada con un golpe bajo. La página web 'football leaks', especializada en filtrar documentación vinculada con el balompié europeo, dio a conocer el contrato íntegro de traspaso de Bale al Real Madrid. Esa filtración dio a conocer que el precio final de Gareth Bale fue de 101 millones de euros y no los 91 millones que afirmó Florentino Pérez. De hecho, el contrato, en una de sus cláusulas, afirmaba que todas las partes implicadas estaban forzadas a hablar de 91 millones como precio final. El objetivo era que Cristiano Ronaldo no supiera que el galés había costado más de lo que costó en su día su salida del Manchester United. El portugués supuso una inversión inicial de 96 millones de euros. En aquel momento, cuando se fichó a Bale, se encaraba el tramo final de las negociaciones para la mejora de contrato de CR7. Saber que Bale costó más de lo que costó él podría afectar al luso, siempre obsesionado por ser el mejor en todo. También en lo que a salario o coste se refiere. Hoy esa obsesión parece emerger de nuevo. El Real Madrid ha filtrado que el valor real de Cristiano fue de 104'7 millones de euros, esto es, unos cuatro 'kilos' más que Bale.

Así, el club contenta a su estrella en un momento también delicado, no tanto porque pueda afectar a su salida del Real Madrid (más de una voz en Concha Espina lo coloca lejos de la capital el curso que viene), sino porque el equipo lo necesita contento y en plenas condiciones.

Su rendimiento ha bajado y de su 'retorno' depende que los merengues puedan aspirar a conseguir la Liga o la Champions al final de temporada. El rotativo a través del cuál se ha producido esa filtración es el diario Marca.

El rotativo revela no sólo el verdadero coste de la operación, sino que el mérito del fichaje no es tanto de Florentino Pérez (recién retornado a la presidencia), sino de José Ángel Sánchez, Pedja Mijatovic y Carlos Bucero, ingenieros de un fichaje que se coció con Ramón Calderón todavía en la presidencia.

Fue en diciembre de 2008 cuando se firmó el acuerdo entre todas las partes, incluido también el Manchester United. En ese contrato se estableció que el valor de Cristiano Ronaldo era de 80 millones del libras, que al cambio del momento, suponía abonar 93,9 millones de euros.

Además los blancos asumían el llamado canon de solidaridad, la cifra que se debe abonar a los equipos en los que se forma un futbolista. En este caso, esa cuantía aumentaba el traspaso hasta los 96,9 millones de euros.

El acuerdo fijaba que el abono de estas cantidades tenía que hacerse en un pago único. Y para poder afrontarlo, el Real Madrid optó por una fórmula combinada.

Primero, tiró de tesorería con el pago de 25 millones que salieron directamente de sus arcas. Los restantes tuvo que usar un crédito de 72 millones de euros que, si se tiene en cuenta los impuestos e intereses que generó, elevaron el precio del futbolista hasta los 104,7 millones de euros.

Es decir, que el Real Madrid tuvo que pagar casi 7,8 millones de más por recurrir a un crédito (concedido por Banco Santander y abonado en tres plazos) para hacerse con el jugador. Ésa reflexión es la que hoy el Real Madrid ha querido trasladar a la opinión pública y, sobre todo, a su jugador, a Cristiano Ronaldo, pese a que inicialmente pueda entenderse como una información negativa.

Que se sepa que un futbolista ha costado más de lo que se pensaba casi siempre tiene implicaciones negativas. Menos en el caso del Real Madrid y de un CR7 que así, quizá, siga sintiéndose el futbolista más caro de la historia. Al menos hasta que Neymar y la resolución de sus complicado traspaso digan lo contrario.