Dani Alves y el retorno a sus horas más bajas

Dani Alves ha vuelto a sus horas más bajas como defensa del FC Barcelona. En los terrenos de juego, ha protagonizado fallos que parecían olvidados cuando, la temporada pasada, redondeó un gran curso justo cuando parecía que estaba a las puertas de su marcha del Barça. Además, fuera de los campos ha sacado de nuevo punta a su lado más polémico, lo que incluso ha provocado alguna llamada de atención de puertas hacia adentro, aunque, finalmente, sin éxito sobre sus acciones.

Ayer, ante el Athletic Club, un error nacido de sus botas en el tramo final del encuentro permitió a los rojiblancos marcar el 1-2 y, aunque de forma remota, mantenerse con vida en la eliminatoria de cuartos de final. Corría el minuto 89 cuando los rojiblancos pusieron un balón hacia Aduriz desde el costado derecho.

Alves interceptó la bola dentro del área, y trató de salir con ella jugada, pero el control se le fue largo, con tan mala fortuna que le cayó en los pies a San José. El mediocampista del Atheltic vio desmarcado de nuevo a Aduriz y le metió un balón en profundidad.

Aduriz, sólo de marca, y en posición legal (Piqué deshacía el fuera de juego precisamente por la acción anterior) no tuvo apenas problemas para batir a Ter Stegen y dejar el partido abierto. En la ronda anterior, ante el Espanyol, Alves también tuvo un fallo parecido.

Fue en el Camp Nou, cuando trató de sacar la bola jugada cerca de la línea divisoria. Su apertura hacia el costado diestro fue erróneo. Marco Asensio se hizo con la bola y, con espacio por delante, se marchó por velocidad, cedió la bola a Caicedo y permitió un 0-1 que terminó ahogado por los tres goles blaugrana que llegaron más tarde.

Dos fallos graves en apenas tres semanas que han reabierto el debate sobre su titularidad, más ahora que Aleix Vidal ya puede jugar con los culés. El ex del Sevilla parece llamado a hacerse con el puesto de titular en el lateral con un ritmo de juego fresco y decidido hacia el ataque que parece haber perdido Alves apenas meses después de demostrar, a golpe de rendimiento, que se merecía la renovación que finalmente le puso sobre la mesa su club.

Mientras, sigue protagonizando polémicas. La lista de las últimas semanas es amplia: desde insultar a los medios de comunicación, hasta enzarzarse con Cristiano en los prolegómenos de la gala del Balón de Oro, pasando por lanzar dardos a Piqué a propósito de su actitud y los pitos que recibe.

Altibajos que podrían costarle su puesto en el once, e incluso un lugar en el banco. Sergi Roberto y su polivalente utilidad (ayer lo bordó como lateral izquierdo) son otra amenaza. En tal caso, su situación en el Barça podría apuntar la puerta de salida. Ofertas no le faltan. La última, una de China que le ofrece 10 millones de euros por temporada.