Fútbol

Crisis de capitanes en el Barça

    Puyol besa el brazalete tras marcar en el Bernabéu. <i>Imagen</i>: Reuters

    Javier Martín

    El Barça acudió el pasado sábado a Getafe mermado en su brazalete. De los cuatro capitanes que lo lucen (Iniesta, Busquets, Messi y Mascherano) faltaron dos, precisamente los argentinos. Una ausencia que en verdad se puede acotar a un único hombre. Sin Mascherano el Barça no pierde sólo a su 'jefecito', como le apodan. Pierde a su jefe, un 'jefazo'. El único verdadero capitán que habita en el vestuario culé.

    Nadie como el '14' ha sabido heredar los valores de firmeza y ética que en su día destilaron Puyol o Xavi, pese a ocupar el cuarto puesto en el orden 'dinástico' de este honor. Pero Javier no estuvo en Getafe.

    Y se notó no dentro del terreno de juego, sino fuera, cuando seis de sus compañeros decidieron disfrazarse y celebrar Halloween interrumpiendo la rueda de prensa de un jugador del Getafe y asaltando la zona exterior del Coliseo Alfonso Pérez para sorpresa de los guardias de seguridad, que no sabían si detener a los bromistas o protegerlos de la muchedumbre que lo reconoció en medio del caos generado.

    Después de la confusión más de una voz de la prensa se preguntó si habría sucedido algo parecido con Xavi o, sobre todo, con Puyol portando el brazalete. Seguramente no.

    Ni habría habido asalto a la zona de prensa, ni quizá disfrazes con los que salir del Coliseum y embarcarse a Barcelona con los tres puntos bajo el brazo.

    El ex capitán culé ya protagonizó algún toque de atención a sus propios compañeros por festejos exagerados o gestos inapropiados para un escudo tan grande como el del Barça. Como cuando afeó a Piqué por tratar de mostrar un mechero que le habían lanzando el Bernabéu o abroncó a Alves y Neymar por exagerar el festejo de un gol al Rayo Vallecano.

    Pero no. Puyol no estaba. Y Mascherano, su réplica más similar en este Barça, tampoco. Y fue así como los dos dueños del brazalete al sur de la capital, Iniesta y Busquets, no se disfrazaron, pero tampoco hicieron nada (al menos que se sepa) para que sus compañeros acapararan todos los focos, y no precisamente para bien, después de un triunfo importante a falta de dos jornadas para ir al Bernabéu.

    ¿Son merecedores ambos de ser capitanes del Barça? Puede que para la mayor parte de los asuntos que implica serlo sí, pero para 'incendios' como el del sábado no. Añoranza de Puyol. Crisis de capitanes en el Camp Nou.