Fútbol

La 'cara B' de la fragilidad de Gareth Bale en el Real Madrid

    Bale, en un entrenamiento con el Real Madrid. <i>Imagen: Reuters</i>.

    EcoDiario.es

    Gareth Bale ha vuelto a ser noticia por algo referente a su estado de salud, en concreto su recaída en la lesión en el sóleo que le privó de jugar ante el PSG y le tendrá unas tres semanas de baja aproximadamente. Una historia que tiene un trasfondo detrás.

    El periodista Marco Ruiz aporta un nuevo dato que puede arrojar algo de luz al asunto: el doctor Olmo, jefe médico del Real Madrid, cambió la forma de proceder con el jugador galés con resultados negativos. Un método diferente para tratar de solucionar los problemas musculares del '11' ha acabado en justo lo contrario.

    Todo radica en los problemas de espalda del jugador, que son la verdadera causa de sus diferentes lesiones musculares. Desde hacía bastante tiempo atrás, Bale estaba bajo un programa de flexibilidad que se sumaba a un plan de fortalecimiento de los músculos cercanos a la columna. Los resultados no eran negativos, pero tampoco satisfactorios al cien por cien. De ahí que se cambiase la táctica.

    La consecuencia fue muy negativa, ya que el estado muscular del jugador ha ido a peor. Se optó por lo contrario, por la llamada "relajación miofascial", mediante una serie de estiramientos que contribuyen a relajar las zonas afectadas. La recaída en el sóleo ha sido casi causa-efecto.

    Respecto al cambio de método, es relevante que la nueva forma de proceder de Olmo es radicalmente contraria a la que tenía lugar con Ancelotti y Giovanni Mauri, su ayudante en todo lo referente a la preparación física. Fueron ellos quiénes empezaron a tratar con la táctica de la flexibilidad. En el intento por borrar cualquier vestigio del paso del italiano (al que se culpó de la mala preparación física del equipo), Bale ha vuelto a caer lesionado.

    El 'caso Woodgate'

    Existe un precedente que sería preocupante si de verdad se repite la historia con el galés. Y es que el doctor Olmo vivió una situación parecida con Jonathan Woodgate, al que trató hace varios años como profesional externo al Real Madrid de un problema muy similar.

    Al inglés también le mermaban unos problemas de espalda que a la postre le producían lesiones musculares. Probó varios tratamientos, pero al no obtener éxito en ninguno de ellos acabó por abandonar la relación médico-paciente.