Las dudas del Real Madrid ponen en riesgo el nivel de su portería

Kiko Casilla ya es portero del Real Madrid. Tanto el club blanco como el Espanyol han hecho oficial un traspaso que parecía encaminado en las horas anteriores y que añade un poco más de incertidumbre a una portería sujeta a un sinfín de vaivenes en los pocas semanas de verano que han transcurrido.

Cuatro nombres han estado en la mesa por encima de todo: Iker Casillas, David de Gea, Keylor Navas y Kiko Casilla. Todos dependían de lo que ocurriese con el resto, salvo en el caso del excapitán. Su marcha el pasado sábado abrió la puerta a los movimientos. De momento se ha producido uno, pero puede haber más.

Antes de esto, Iker y Keylor, ocupantes de la portería el curso pasado, estuvieron fuera del club para volver a tener opciones de seguir como suplentes. Finalmente, es el 'tico' el que sigue en el club, pero aún así no es algo seguro.

Todo estaba y está (ahora que Casillas está en Oporto) supeditado a que De Gea llegue a Madrid, pero su fichaje está lejos de solucionarse a corto plazo. De hecho, el portero podría estar haciéndose a la idea de pasar un año más en Manchester, con la correspondiente indemnización por parte del Madrid (10 millones) si esto ocurriese.

Tanto giro de los argumentos semana tras semana (Keylor Navas ha llegado a tener vitola de titular, suplente y transferible en pocos días) transmite sensaciones de improvisaciones que están llevando a que el club tenga una portería de nivel inferior respecto al resto de competidores.

Bien es cierto que el 'caso Ramos' ha salpicado por completo a la operación por De Gea, pero el Real Madrid no ha sabido utilizar a su favor el principal arma que tenía: el acuerdo verbal con el meta. En el terreno de las negociaciones, el club blanco ha estado por debajo del United, no ha conseguido romper el enroque del equipo inglés y de Louis Van Gaal.

Por toda esta situación bloqueada ha llegado Kiko Casilla casi como una opción de emergencia. Sin experiencia en Europa (sin apenas rodaje en un curso en el caso de Keylor) y por debajo de las porterías de otros equipos rivales en España y en Europa (el Barça tiene a Ter Stegen y Bravo, el Atlético a Oblak, el Chelsea a Courtois, el Bayern a Neuer...), a esto se expone el Real Madrid. Un problema que podría no ser resuelto hasta el próximo verano. La consecuencia sería afrontar un curso en el que es indispensable volver a la senda de los triunfos con unos arqueros un punto por debajo