Fútbol
La dura acusación de los padres de Iker Casillas: "Es Florentino quien lo echa" con su "acoso y derribo"
EcoDiario.es
En el día de la despedida de Iker Casillas del Real Madrid, las palabras más altisonantes han llegado de la mano de su círculo más cercano. Sus propios padres, José Luis Casillas y María del Carmen Fernández, han criticado duramente las formas en las que dicho adiós se ha producido.
En palabras concedidas a 'El Mundo', los propios progenitores reconocen que no se hablan con su hijo, pero dicen querer "lo mejor para él y que nadie se aproveche de él, sólo que le asesoren bien en su entorno para que no acabe fregando urinarios como Andreas Brehme o arruinado como Vitor Baia".
Las críticas apuntan directamente al presidente madridista, Florentino Pérez, al afirmar que "nunca le ha querido porque es bajito y a él le gustan los altos", añadiendo que "se le ha vilipendiado estos cinco años, ha sido todo muy injusto y le ha pasado factura a nivel anímico".
"Mi Iker ha aguantado lo que no está escrito, ha soportado una presión psicológica y se le ha dado un trato diferente a otros jugadores", asegura la madre.
"Florentino ha tenido detalles muy feos en la recámara, se ha portado mal con él, y menos mal que mi hijo ha sido fuerte", añade, considerando que "es Florentino quien lo echa, porque mi hijo quería retirarse en el Madrid".
"El Madrid lo que persigue con esta fórmula es ahorrarse 25 millones de euros netos de finiquito", agregan, expresando que "ha sido una operación de acoso y derribo" y que "la campaña de desprestigio la ha orquestado Florentino con el apoyo de varios periodistas y medios que llevan dándole palos desde 2010".
"Florentino sólo quiere lo que él compra, y si resulta que fichas a Bale y vende menos camisetas que mi hijo, pues tiene que hacer lo posible para que la afición quiera más a su producto que al otro", continúan, expresando que "nos dimos cuenta desde que le tocó hacer su primer gran contrato en 2005", situación en la que "si tu jefe ha esperado hasta el último día para renovarte es que no te quiere".
Los padres también critican el destino de su vástago, asegurando que "el Oporto es un equipo de Segunda B para una persona de la categoría de Iker, un campeón del mundo no puede acabar en el Oporto, y podía haber acabado donde quisiese". "No me habría importado que hubiese sido en el Barça, porque son unos señores", concluyen.
Para finalizar, el padre de Iker sentencia que "mi hijo no es un santo, pero no es un topo", ya que "eso formaba parte de la campaña de desprestigio del club".