Fútbol

Isco se convierte en uno de los principales damnificados de la 'era Benítez'

    Isco, en un partido de esta temporada. <i>Imagen: EFE</i>.

    Sergio de la Cruz

    Existe una convicción más o menos generalizada tras la llegada de Rafa Benítez al Real Madrid. Con el nuevo inquilino del banquillo blanco, se vaticina un cambio en los métodos de trabajo, la relación con el vestuario, el esquema y el estatus de algunos de los jugadores. Isco Alarcón es uno de ellos.

    El '23' acabó la temporada con sensaciones encontradas: probablemente hizo su mejor año en el Real Madrid, aumentando su protagonismo, prestaciones, sacrificio e importancia en el equipo, pero no le valió para ganarse un puesto en el once titular. Las lesiones fueron sus 'aliadas' al proporcionarle los minutos que, en caso de estar todo el plante, no habría tenido con casi toda seguridad. En los pocos encuentros en que se dieron esas circunstancias, Ancelotti le dejó fuera. La 'BBC' y James estaban por delante suya.

    Nada mejora con la salida del italiano y la entrada de Benítez. La idea de implantar un doble pivote en el centro del campo fortificará esa zona pero restará opciones al malagueño. Tener dos jugadores inmediatamente por delante de la defensa hará, necesariamente, que un delantero o un centrocampista vaya al banquillo.

    Se baraja en el club la contratación de un jugador de gran despliegue en el centro del campo, un futbolista de mucho recorrido que consiga algo que le faltó al equipo en varios partidos de este curso: consistencia en la medular, cohesión...

    Benítez impregnará al Real Madrid de un pragmatismo, le reducirá el brillo a cambio de ganar en invulnerabilidad. Será un proceso de adaptación a medias: los jugadores al técnico y viceversa. Y ahí serán los 'jugones' los que tengan más que perder. Isco, lógicamente, está en esta lista.

    Esto le espera a Isco a la vuelta de sus recién comenzadas vacaciones: un equipo que no potenciará tanto como antes el juego de toque en virtud de ganar en 'cemento', un once titular en el que habrá menos hueco por las variantes ejecutadas y una perspectiva en la que la marcha atrás total de Benítez sería, en todo caso, regresar a un 4-3-3 en el que sigue sin tener hueco.

    El malagueño partía de una situación complicada, pues la tendencia de Ancelotti a alinear a un once muy diferenciado del resto de la plantilla estaba siempre presente. No obstante, se trataba del jugador número 12, un estatus que no tiene para nada asegurado con Benítez. De nuevo, Isco tendrá que hacer acopio de paciencia.