Fútbol

Los dos cambios de Rafa Benítez para la resurrección de Gareth Bale

    Bale, tras lesionarse ante el Málaga en Liga. <i>Imagen: EFE</i>.

    Sergio de la Cruz

    La llegada de Rafa Benítez prevé cambios en el Real Madrid. El nuevo habitante del banquillo blanco instaurará nuevas maneras de trabajar y una disciplina que llevaba años sin verse por Valdebebas, según los que le conocen de cerca. Pero los cambios también se traducen en el esquema, en lo que se verá en el césped.

    Uno de los que se podrían ver afectados es Gareth Bale. El galés, después de una segunda temporada anodina en el Real Madrid, se enfrenta a sí mismo y a las expectativas. Lo hace con un nuevo entrenador que, en teoría, llega para revitalizarle después de no ser trascendental, más allá de momentos concretos.

    Por todos es sabido el afán de Florentino Pérez por que el de Cardiff dé el paso necesario para convertirse en uno de los jugadores más determinantes del planeta. No solo datos triunfos, sino sensaciones: hay que tener a un Bale enchufado, más parecido al del Tottenham que al del primer año en Madrid, pero ni mucho menos el de este curso que aún no ha finalizado.

    La clave será recolocar al '11' a su habitat natural, la banda izquierda. Esto casa de la mejor manera con la progresión de Cristiano Ronaldo, que le ha llevado a ser un delantero puro más que un extremo. Con este cambio de papeles, que dejaría a Benzema en la banda derecha, pero con movilidad entre líneas (podría llegar a ser una especia de mediapunta), se estaría más cerca de darle a Bale las condiciones necesarias para que destaque en el campo.

    Las claves son dos. La primera tiene que ver con la banda en la que ahora juega Bale. En la derecha, siempre encuentra el carril cerrado. La alternativa es la de cambiarse el balón a la pierna buena, y ello le convierte en un jugador predecible y mucho menos rápido. Por contrario, en la izquierda se puede ver a un jugador veloz, que puede llegar a línea de fondo...y que combinaría con Marcelo, otro puñal en la banda. El flanco zurdo blanco sería francamente ofensivo.

    La segunda clave es algo que ya se ha comentado: el paso atrás que, previsiblemente, dará el Real Madrid. Aunque Benítez ha asegurado que la idea es seguir practicando un juego de toque, la intención de fichar un centrocampista de recorrido para aliviar a los mediapuntas obligará a retrasar al equipo varios metros. Esto dejará más espacio a unos delanteros que en muchas ocasiones se encontraban empotrados ante las defensas rivales. Bale no era una excepción: se le vio en muchos duelos ahogado, asfixiado por la falta de espacios que en un jugador de su talla y capacidades puede resultar muy desconcertante.

    De hecho, fue el galés el que peor se adaptó a la nueva forma de jugar (potenciando la circulación de balón, dejando en un menor peso el contraataque), ya que Cristiano encontró la transición al centro del ataque y Benzema se sintió cómodo combinando con los centrocampistas y filtrándose entre líneas.

    Las señales que se van interpretando de todo lo que se ha comentado sobre la llegada de Benítez y los refuerzos que se buscan alimentan la tesis de la repesca de Gareth Bale. El jugador que costó más de 100 millones de euros tiene una tarea pendiente: la resurrección que ansía la zona noble del Real Madrid y que ha encomendado a Rafa Benítez.