Fútbol
La cuarta penitencia de Luis Suárez
EcoDiario.es
Con un doblete, Luis Suárez fue el jugador más destacado del Barcelona en el partido contra el Almería. El charrúa suma ya 10 en Liga y un total de 16 en todas las competiciones. Después de cuatro meses de sanción y otros tantos de adaptación, se ha liberado de todos sus fantasmas y comienza a hacerse importante.
No es la primera vez que el uruguayo se ha visto obligado a empezar de cero, si se entiende por esto a retomar la competición tras un largo periodo de inactividad por aspectos sancionadores, con lo que ello conlleva a nivel de imagen y de moral. Volver a jugar y hacerlo recuperando el nivel, una misión que ha completado cuatro veces desde 2010.
Todo comenzó en 2010, cuando estando en las filas del Ajax mordió a Bakkal en el hombro, jugador del PSV. Recibió una sanción de siete partidos antes de llegar al Liverpool en el mercado de invierno, donde marcó cuatro tantos en su primera media temporada.
En el siguiente curso ya sumó una cifra nada despreciable de 17 dianas, pero precisamente en ella tuvo lugar su segundo incidente: fue sancionado con ocho partidos por insultos racistas a Evra, del Manchester United. En mitad de una gran polémica, regresó a la competición en febrero para anotar nueve tantos. Su buen fin de campaña tuvo continuación en el curso 12/13, donde fue la tormenta perfecta.
Cuando lleva 33 goles en su haber en todas las competiciones, al uruguayo se le volvieron a cruzar los cables, mordiendo a Ivanovic. Con el agravante de ser reincidente, la Premier no tuvo compasión y le sancionó con 10 partidos que siguió cumpliendo al principio del curso 13/14. En el debate sobre si era un jugador con necesidad de tratamiento para curar su violencia, regresó de nuevo bajo la lupa de todos y lo hizo a lo grande: 31 tantos y la Bota de Oro compartida con Cristiano Ronaldo. Pero el Mundial le puso en la casilla de salida de nuevo.
El último y peor error
En Brasil, su mordisco a Chiellini (el tercero), tuvo como consecuencia la mayor sanción sufrida, con el impacto mediático más grande de todas por el escenario y el contexto: un Mundial y con el interés del Barcelona, a punto de ficharle en un tsunami de especulaciones. Todo lo que rodeó al dictamen de su sanción y lo largo del proceso (hubo recurso, pues en un primer momento se le prohibía hasta pisar las instalaciones deportivas) no hizo sino perjudicar al delantero, que admitió que finalmente se puso en manos de especialistas al tratarse de uno de los peores momentos de su carrera.
Cuatro meses después, debutó a lo grande: en el partido de los partidos, el Clásico ante el Real Madrid. Tardó seis partidos en marcar, y estuvo reñido con el gol mucho tiempo, pero poco a poco se ha ido liberando de la presión y sus tantos ya dan partidos importantes (como el pasado Clásico en el Camp Nou). Ha crecido lo suficiente como para ser actualmente más decisivo que Neymar, aunque aún está detrás en el rato goles/minutos.
Le ha costado, pero ha vuelto a salir del túnel. Con un comportamiento intachable, el esfuerzo del recién llegado y con un rendimiento creciente, Luis Suárez confirma que ha superado su cuarta penitencia.