Fútbol
Marcelo se convierte en la nueva brújula del Real Madrid
Javier Martín
La victoria del Real Madrid (9-1) ante el Granada ha dejado un reguero de sonrisas en el Santiago Bernabéu. La mayoría apuntan a Cristiano Ronaldo y su 'repóquer'. También a Bale por ver puerta de nuevo o Benzema por confirmar con dos goles su alma de 'killer'. También se llevó piropos James (lo suyo es un milagro), Modric (su batuta marca un nuevo tono en el Real Madrid), Kroos (el pivote inamobible) e incluso un Arbeloa que dejó atrás su habitual alma defensiva para protagonizar un buen puñado de jugadas de ataques. Y entre este rosario de nombres y buenas noticias, un futbolista permanece oculto ante los titulares, pero no en el rendimiento de su escuadra. Es Marcelo, lateral izquierdo del equipo blanco y, desde hace algunas jornadas, su nueva brújula.
Sí, eso es. Su nueva brújula. Como lo fueron en su día Xabi Alonso o Fernando Redondo, pero, esta vez, en una posición poco frecuente para un 'organizador' de juego: pegado a la banda.
Desde ahí, cerca de la cal zurda, Marcelo está dando lecciones de distribución de juego partido sí, partido también. Y valga como prueba un dato. Después de Toni Kroos es el segundo jugador que más pase da en Liga de todo el Real Madrid. El germano suma 1.889; el brasileño, 1498. Por detrás, Isco y Sergio Ramos están a 150 y 200 pases aproximadamente de su compañero.
Una estadística que viene a reflejar la realidad del terreno de juego. Marcelo oxigena a sus compañeros y lo hace, además, convertido en una especie de falso cuarto volante. Tanto sube, que en partidos como el del domingo o ante el Barça (donde también dio una exhibición) los mapas de calor que proporciona la Liga muestran como pasa más tiempo en campo rival, que en su propia área.
Una virtud que Mourinho entendía como defecto (prefería la sobriedad de Coentrao), pero a la que Ancelotti está sacando partido cuando juega con 4-3-3. En este sistema, si el Real Madrid ataca, la BBC abarca todo el frente ofensivo mientras que los laterales (en especial Marcelo) ocupan los costados de forma simultánea o permutándose.
En el primer caso el Real Madrid acaba buscando la portería rival con un 2-5-3. En el segundo, se transforma en un 4-4-2. Esta es la alternativa preferida de Ancelotti, con Marcelo echado a un costado y repartiendo juego como un mediocampista más.
En este rol (que ya ejerció Beckham, por ejemplo, en el United de finales del siglo XX) Cristiano Ronaldo es su principal aliado. Ante el Granada, por ejemplo, fue el jugador con el que más se combinó, con 18 pases, junto con Ramos (otros 18) y James (9).
Esto viene a demostrar que ya en la elaboración del juego inicial, el Real Madrid le busca, con Ramos volcando a su costado y Marcelo iniciando el ataque hacia Cristiano sin que la pelota tenga que pasar por los medioscentros para que el juego fluya hacia la portería contraria.
Pero esto no excluye que Marcelo también sirva para -como muestra éste gráfico- desatascar el juego mediante el mecanismo del pase en largo. Sus cambios de juego (sobre todo en diagonal) permiten situaciones de superioridad numérica de su equipo.
Si a ello se le añaden sus centros desde línea de fondo o sus diagonales con posterior disparo (recuerden el golazo al Schalke), el resultado es la creación de un fútbolista que parece de todo, menos un defensa, aunque también defiende, y mucho.
Es el quinto titular que más balones recupera con 171 esféricos robados en lo que va de Liga sólo por detrás de Ramos, Pepe y Kroos y casi empatado con Carvajal (178 recuperaciones).