Jugadores del Madrid habrían ido a una discoteca después de la cena de la conjura

La cena de la conjura que celebraron los jugadores del Real Madrid la semana pasada sigue dando que hablar. Lo que en principio parecía una iniciativa de la plantilla bien vista por el cuerpo técnico para estrechar lazos va tornándose en una polémica que amenaza la estabilidad del vestuario y que hará que se pongan mil ojos en cada resultado adverso que se produzca próximamente.

Si en la planta noble del Real Madrid había bastante enfado con Sergio Ramos por salir de dicha cena pasadas las 4.30 de la mañana junto a Jesé Rodríguez, la indignación puede ser aún mayor de confirmarse la información dada por El Chiringuito de Neox, y es que varios jugadores del equipo habrían acudido a la discoteca El Cielo de Pachá después de la cena.

Pese a que el equipo entrenaba al día siguiente, viernes, a las 11 de la mañana con vistas a preparar el trascendental partido del domingo ante el Villarreal, varios futbolistas decidieron continuar la noche sabedores de que en ese momento no había cámaras a su alrededor.

Un hecho que contrasta con la primera polémica de Ramos y Jesé, quienes habrían recurrido a empleados del restaurante donde se celebró el ágape para evitar que los periodistas los grabasen al abandonar el mismo.

La tormenta ha sido mayor si cabe tras el empate cosechado al Villarreal. Un partido jugado en casa en el que el Madrid podría haber consolidado su distancia con el Barça y haber puesto una tierra de por medio definitiva con el Atlético. Sin embargo, el equipo no estuvo tan incisivo como en otras ocasiones, lo que ha hecho cuestionar el rendimiento de los jugadores y la gestión de grupo de Ancelotti.

Supone ésta la segunda gran polémica en menos de un mes por las actividades extradeportivas de los futbolistas del Real Madrid. Si la fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo causó controversia al celebrarse la misma noche en que el equipo blanco perdió 4-0 con el Atlético de Madrid, la noticia de este prolongamiento de la cena de la conjura justo dos días antes de un partido clave no le irá a la zaga.