Luis Enrique afloja el nudo sobre el vestuario del Barcelona

Luis Enrique llegó a Can Barça con el cartel de autoritario y un poco intransigente. Un técnico con su propio estilo, muy acorde con su personalidad e impermeable. Esto se aplica a todo lo que se pueda imaginar, especialmente a lo referente a los jugadores.

Cuenta As que el asturiano ha bajado ese nivel de exigencia que mantenía con sus jugadores hasta hace bien poco. Asuntos como el de las redes sociales y el de los descansos se miraban con lupa y fueron ciertamente restrictivos en las primeras etapas de 'Lucho'. Sin embargo, poco a poco se ha ido adaptando todo a las circunstancias comunes, y parece que, por lo visto en el terreno de juego, funciona.

Luis Enrique ha ampliado los descansos para los jugadores, y ya ha protagonizado varias acciones en las que ha demostrado mano izquierda: Messi gozó de un día de descanso extra para ir a Andorra con su familia de la misma manera que Neymar pudo ir al Carnaval de Sitges con su compañero Dani Alves.

En lo referente al tema de las redes sociales, hay más permisividad. Hubo charla con los jugadores para mantener unas pautas que evitasen conflictos, pero en ningún momento se limitó su actividad (de hecho, el propio Luis Enrique es bastante activo en Twitter).

Desde entonces, lo cierto es que no ha habido lío alguno como sí ocurrió en temporadas anteriores (tales como el tuit de Piqué después del polémico Elche-Real Madrid). Todos estos factores han ido a la par con una mejora de las relaciones en el bloque y del rendimiento del conjunto.