Fútbol
Lucas Silva es el último clavo en el ataúd de Asier Illarramendi
Carlo Ancelotti otorgó su confianza a Lucas Silva en el centro del campo, dejando a Illarramendi una señalada suplencia en el Veltins Arena contra el Schalke 04. En su segundo partido con el Real Madrid y el primero en Champions de su carrera, el brasileño cuajó una buena actuación.
Situado como interior derecho, y acompañando a Toni Kroos e Isco en la medular, el '16' destacó en el aspecto en el aspecto defensivo: tuvo un buen despliegue físico, recuperó balones y no se complicó en la salida de balón. Sobrio, efectivo y sin alardes, aportó justo lo que necesitaba el Real Madrid en el centro del campo: carácter, templanza, y saber estar.
Con solo 22 años y una demostración de experiencia impropia en un jugador que tan solo lleva un mes en el equipo, Lucas Silva supone un nuevo golpe a la línea de flotación de Illarramendi. El de Mutriku queda en una situación delicada, de nuevo en Alemania. Aunque por razones diferentes.
El año pasado, el partido disputado ante el Borussia en el Signal Iduna Park significó un antes y un después para el '24'. Su mal encuentro, y lo peor, lo que intuyó (que a 'Illarra' le quedaba grande el puesto), le ha dejado marcado a los ojos de Ancelotti, que le considera un jugador de mentalidad demasiado débil, muy blando para el puesto y el equipo en el que milita.
El encuentro de ayer fue tan doloroso para el vasco porque su sustituto aportó justo lo que se espera de él, lo que no es capaz de dar. Lucas Silva completó 53 pases buenos (con un 91% de acierto), muy en la línea de sus compañeros en el centro del campo (Isco tuvo un 94%, Kroos un 93%). Y lo más importante, demostró que el reto no le asusta, que no se dejó llevar por los nervios. Nada de virguerías, pero efectividad echada en falta por esos lares del césped. Y un pulmón que ayudará a un demasiado sacrificado Kroos.
Ancelotti no se anduvo con chiquitas para halagar al recién llegado: "Demostró orden y personalidad en el campo, jugando con sencillez y con ideas buenas. Me ha sorprendido porque no es fácil jugar en el Madrid por primera vez como él lo ha hecho con 22 años. Tiene una personalidad bastante sorprendente".
Argumentos más que suficientes para considerarle como relevo o refresco de los titulares por delante de un Khedira más fuera que dentro del Real Madrid y un Asier Illarramendi al que se le agota el escaso crédito que mantenía en la entidad madridista.