Fútbol
La reconquista del 'capitán' Javier Mascherano
"Para algunos quizá sea nuestro último partido en el Barça". Palabras de Javier Mascherano del 11 de mayo de 2014. Se refería al encuentro vital que decidió la Liga para el Atlético de Madrid en el Camp Nou. Insinuaba su adiós y el de otros más. No veía clara su continuidad, se notaba más fuera que dentro. Nueve meses después, la situación es tan diferente que ni él mismo se lo habría imaginado al pronunciar aquella frase.
El argentino es clave en este nuevo Barcelona de Luis Enrique. Muchos le quisieron retirar, pero ha respondido con un rendimiento mayor que el del año pasado. Probablemente, el más cercano al que exhibió por el Liverpool a las órdenes de Rafa Benítez. Poco le importa jugar de defensa o de pivote, sus actuaciones están al mismo nivel en cada una de las líneas.
Es el jugador perfecto para Luis Enrique en este ir y venir, en esta propuesta de ida y vuelta que potencia a los tres de arriba y que expone demasiado al centro del campo en determinados tramos del partido. Pero, cuando se le necesita atrás, tampoco desentona. Junto a Mathieu y Piqué forma un trío de centrales cuya progresión va en aumento. Parece mentira, pero a sus 30 años, 'El Jefecito' es uno de los pilares de este cambiado Barcelona.
Ha olvidado las dudas del año pasado, y se asemeja mucho más a ese futbolista que ciertamente realizó un buen Mundial, aupándose al once ideal del torneo. Su carácter, su esfuerzo constante, su inagotable energía y su adaptación a un mejor trato con la pelota le hacen casi fijo (si se puede decir que con Luis Enrique hay alguien así, al margen de los tres de ataque) en el equipo: es el cuarto futbolista en el que más ha confiado el entrenador, con 2.198 minutos. Solo Messi (la estrella blaugrana), Jordi Alba, Dani Alves (estos dos sin apenas competencia) juegan más que él.
Es el cuarto recuperador del equipo en Liga (solo le superan Piqué, Busquets y Jordi Alba, con 151 (a una media de 9,44 por partido). Todo ello con un número bajo de faltas, 16, a una por partido. Salvando el primer encuentro ante el Elche (sancionado con roja directa), solo ha recibido tres tarjetas amarillas. Números que hablan de eficiencia y de limpieza en su desempeño, fruto de la anticipación y ese nuevo brío.
El propio Mascherano (ese que dijo a la directiva que si no estaba a la altura "que hicieran conmigo lo que quisieran") dejó claro que su filosofía no iba a cambiar antes del comienzo de la temporada: "Trataré como estos años de dar lo mejor de mí donde me toque, lo que puedo dar. Con mis defectos y virtudes, trataré de ser el mismo profesional y persona que hasta ahora". Así ha sido. Se refleja en el campo y lo percibe Luis Enrique, que ya le tiene como una extensión en el campo, haciendo buenas sus primeras palabras hacia él ("Es un ejemplo claro de lo que puede ser un capitán", dijo en su presentación).
Paso a paso y con el trabajo como método del día a día, Mascherano reconquista su mejor versión después de perderla en el gris paso del 'Tata' Martino Can Barça. De paso, también reconquista el sitio que desocupó en el club blaugrana. Y Luis Enrique sonríe, sabedor de que quedarse con este capitán de facto fue una buena decisión.