Fútbol
La paradoja de la marcha atrás de Iker Casillas
Iker Casillas protagonizó anoche una entrevista en la que trató todos los temas espinosos en los que ha estado involucrado durante los últimos años: su relación con Mourinho, su suplencia, las filtraciones, el lío en la Selección...y además, confesó que un pensamiento se le pasó por la cabeza en los malos momentos: dejar el Real Madrid.
Sin embargo, Iker se quedó en el club "de toda una vida". El origen de esta decisión se basa en una anecdótica situación: el jugador vivió su mejor temporada, ganando Champions y Copa del Rey. Algo razonable, pero que sucedió en la misma temporada en que jugó menos minutos desde la 1999/2000. Justo en el momento en el que fue más prescindible en el Real Madrid, Iker encontró la felicidad.
"Cuando el míster me comunicó (que jugaría solo en Copa y Champions), pensé que o todo podía valer o que podía estar fuera de juego. Al final salió todo lo mejor", aseguró Iker a Iñaki Gabilondo.
El capitán madridista aguantó un año más, y a pesar de que la primera decisión de Ancelotti le privó de la titularidad absoluta, fue una elección exitosa que sirvió a Casillas para hacerse fuerte frente a la adversidad. En base a esta mejora mental, ahora Iker es el titular de una portería que ha pasado por muchas turbulencias esta temporada.
El símil con Di María
Lo que ocurrió con Casillas tiene varias semejanzas con el caso de Ángel Di María. El argentino también pensó en salir del club al no sentirse cómodo dentro de la institución, aunque al final decidió quedarse. Ancelotti y Cristiano fueron claves en esta marcha atrás.
Tras este amago de marcha llegó Bale, la primera piedra en el camino para el de Rosario, que ya pensó en una posible reducción de minutos. En resumen, no pintaba bien su situación. Sin embargo, la temporada 2013/2014 fue la mejor de su carrera. Vital en el 4-3-3 de Ancelotti, fue de los jugadores más importantes, anotó en la final de Copa y se ganó a la grada del Bernabéu después de casi cuatro años.