Fútbol
Iker Casillas salvó al Real Madrid con tres grandes paradas ante el Ludogorets
Iker Casillas parece que va encontrando la regularidad de antaño. El portero del Real Madrid comenzó la temporada con dudas y con más errores que aciertos. Una tendencia que, sin embargo, empieza a volcarse del lado de las buenas intervenciones. Aunque todavía deja alguna que otra pifia, lo cierto es que las acciones salvadoras ya mandan frente a los errores. Anoche, contra el Ludogorets, apenas tuvo fallos y sus aciertos fueron claves para que el Real Madrid no hiciera el ridículo. Cuatro buenas paradas del capitán evitaron que la cenicienta de su grupo se quedara con los tres puntos y a las que el portero le restó mérito. "¿Mis paradas? Para eso estamos los porteros, para evitar goles", dijo.
Intervenciones que llegaron, en la mayoría de los casos, por acierto rival y también por errores propios de la defensa blanca. La zaga del Real Madrid fue anoche una suerte de ruleta rusa. Tan pronto sus miembros hacían su trabajo, como cometían fallos infantiles que dejaban a los delanteros rivales con claras opciones de gol.
El primero de esos desajustes se produjo en el minuto 6 de partido y acabó en gol. Córner contra el Real Madrid. Sergio Ramos pierde la marca de su jugador y Marcelinho entra sólo a rematar sin que Arbeloa, el jugador que defendía el segundo palo, pueda evitar el tanto. A partir de ahí llegaron los nervios y con ellos, un par de tiros del Ludogorets (probaron en diez ocasiones durante todo el partido) que se marcharon altos.
Fue en una contra, después de que Cristiano Ronaldo hubiera fallado su primer penalti, cuando Casillas tuvo la primera intervención de mérito del encuentro. Un lanzamiento cruzado de Alexadrov puso en apuros al de Móstoles. Fue un tiro lejano, pero difícil de atajar. La pelota salió con potencia de sus pies y con botes constantes que el arquero supo prevenir y despejar.