Fútbol

No hay esperanza para Illarramendi

    Illarra jugó ante el Basilea sus primeros minutos tras Cardiff | EFE


    Asier Illarramendi está sentenciado. El jugador de Mutriku llegó la temporada pasada al Real Madrid por 38 millones de euros y lo hizo bajo la aureola de ser el futuro sustituto de Xabi Alonso. Sólo doce meses después, sus actuaciones dentro y fuera del terreno de juego le han convertido en un futbolista más que secundario en los planes de Carlo Ancelotti. El comportamiento del técnico italiano con jugadores en una situación similar a la del ex de la Real Sociedad invita al pesimismo. O mucho cambia su la mentalidad del transalpino o la esperanza se habrá agotado para Illarramendi.

    El ejemplo de Casemiro es el más evidente. El brasileño se incorporó al primer equipo al mismo tiempo que Illarramendi y completó una pretemporada de excepción. Más de una voz en el Santiago Bernabéu creía que sería una pieza clave para el equipo.

    Pese a ello, Ancelotti decidió prescindir de ir de la noche a la mañana y nunca más dio marcha atrás en su decisión salvo para dar al también mediocentro un puñado de minutos en algunos partidos y siempre desde el banquillo.

    Su actuación más destacada fue su presencia en los instantes finales del Borussia Dortmund - Real Madrid en el que los blancos cayeron por 2-0 con grandes sufrimientos provocados, casualmente, por los fallos de Illarramendi.

    La entrada de Casemiro tranquilizó los ánimos y frenó el ímpetu germano. De nada le sirvió. El entonces '16' blanco no tuvo muchas más oportunidades en lo que quedaba de curso. Ahora Casmiro juega en Oporto donde se ha convertido en un hombre importante para el cuadro de Lopetegui. Illarramendi está repitiendo, por ahora, el patrón de comportamiento de su ex compañero.

    La salida de Xabi Alonso le convierte en el único jugador que realmente está acostumbrado a jugar en solitario por delante de la defensa. Sin embargo, y pese a ello, Ancelotti lo ha dejado claro con sus gestos públicos y sus comentarios privados: no cuenta con él. Kroos será el mediocentro. Khedira, el siguiente para ocupar el puesto. Illarramendi es la tercera opción.

    En lo que llevamos de temporada sólo ha jugado 26 minutos, 19 en el último partido de Champions y 7 en la Supercopa de Europa y, salvo sorpresa, el preparador no le dará muchos más minutos durante el resto del curso.

    Aquella noche aciaga en Dortmund y alguna actuación fallida posterior terminó de convencer a Ancelotti de que no es el hombre que necesita para ese puesto. De hecho, el italiano no solicitó su fichaje. Pogba o Verratti, pero no Illarra, eran los refuerzos que, por activa y por pasiva, solicitó nada más llegar a la capital.

    Sin embargo, Zidane (animado por Florentino Pérez) le insistió en que el vasco podría ser una gran alternativa, más si cabe tras ver el gran Europeo sub 21 que realizó. Ancelotti aceptó e Illarra acabó en el Bernabéu pese a no ser su elección. Una elección que ahora pesa sobre la espalda del futbolista y le lastra para poder tener el protagonismo que a él le gustaría.