Fútbol

El vestuario del Real Madrid prefiere morderse la lengua contra Florentino Pérez

    Ronaldo en el acto en el que habló sobre los fichajes blancos | EFE


    El Real Madrid ha comenzado la temporada con mal pie. Los resultados y, sobre todo, los últimos movimientos del curso han provocado cierto revuelo en el entorno del equipo merengue. Un revuelo elevado a la categoría de noticia desde el momento en el que su máxima estrella, Cristiano Ronaldo, se atrevió a criticar en público al presidente, Florentino Pérez, por cómo se había concretado la política de fichajes este verano.

    "Si yo fuera Presidente haría las cosas de forma distinta", comentó después de afirmar que no podía decir lo que pensaba realmente. Su comentario pronto encontró réplica en su amigo y compañero Sergio Ramos. El defensa de Camas echó un jarro de agua fría al fuego que había creado CR7 y evitar, así, que la polémica siguiera creciendo.

    "Estamos en un club en el que hay que seguir y acatar la política de fichajes", comentó ayer a su llegada a la concentración de la selección. Sin embargo, a renglón seguido, el segundo capitán blanco no se mojó sobre si en verdad estaba de acuerdo con la estrategia llevada a cabo por su presidente.

    "Yo no estoy para eso. Tengo mi opinión pero me la guardo para mí", añadió en un mensaje que, leído entre líneas, deja entrever cierto grado de crítica con los últimos movimientos tanto de entrada como de salida en el Santiago Bernabéu.

    Y no es la única opinión que dentro del vestuario merengue apunta a la misma dirección. El sentimiento generalizado dentro del cambiador merengue es el de sentirse decepcionado por la manera cómo se han resuelto los fichajes este verano, pero, sobre todo, por cómo se han gestionado las salidas.

    Porque los futbolistas blancos no están descontentos con las llegadas. Más al contrario. Hombres como Kroos o James son valorados como futbolistas que pueden aportar importantes avances al juego blanco. Sólo la figura de Keylor Navas levanta ciertos recelos y no tanto por él mismo sino por las consecuecias y motivos por los que se le fichó.

    El adiós de Diego López a principios de verano no gustó a un buen puñado de futbolistas y en especial a sus dos mejores amigos, Álvaro Arbeloa y Xabi Alonso.

    De hecho, la salida del gallego fue uno de los motivos por los que éste último decidió abandonar el club a última hora. Cierto es que había más razones, pero el de Tolosa no entendió que el club se pudiera desprender del arquero y de Ángel Di María.

    El 'Fideo' fue, bajo su criterio y el de muchos otros compañeros, un jugador más que clave para la gran temporada que hizo el Real Madrid. En la final de Copa del Rey se convirtió en una tortura para el Barça y ante el Atlético de Madrid, en Lisboa, su sacrificio y aquel eslalon final en la jugada del 2-1 de Bale quedaron en la retina de sus compañeros.

    Algunos de ellos entienden que las reclamaciones del argentino eran legítimas. Es decir, que su rendimiento había sido tan bueno que merecía ver incrementado su salario hasta los ocho millones de euros netos que pedía. Uno de ellos es un Cristiano Ronaldo representado casualmente por Jorge Mendes, el mismo agente del argentino.

    Su marcha, por mucho que se intuyera desde hace tiempo, provocó malestar y la sensación de que la pérdida era mayor a la que generó el adiós de Özil hace justo un año, una despedida también criticada en el seno del equipo. Ese malestar provocó que Xabi Alonso se inclinara definitivamente a marcharse del club ante lo que, intuía, se le venía encima al equipo. Fue la segunda marcha que molestó al grupo.

    Algún peso pesado del equipo cree que se podría haber hecho más para retener a un Xabi que, para colmo, se ha ido al gran rival blanco en la lucha por la Champions en el presente curso.

    Dos salidas que lejos de cubrirse con jugadores de peso y para posiciones similares, han acabado con el fichaje del Chicharito Hernández, un delantero que ocupará un puesto relativamente bien cubierto, toda vez que jugadores como James, Cristiano Ronaldo, Bale e incluso Isco o Jesé podían ejercer de '9'.

    Suma y sigue que ha provocado una rara corriente crítica con las políticas del presidente Florentino Pérez y que, desde el club, esperan que se apacigüen con el paso del tiempo como ocurrió con los resultados del año pasado tras la marcha del ya citado Özil o de Higuaín.