Fútbol
Casillas, su soledad mejorada y su único amigo en el vestuario blanco
El Real Madrid ha empezado nueva temporada con una plantilla más renovada que nunca. Una situación que ha provocado un vuelco en el panorama que vive Iker Casillas. El portero del equipo blanco ha pasado de estar aislado y en algunos momentos marginado dentro del vestuario, a ver como la salida y entrada de nuevas caras ha relajado, en parte, ese clima de tensión generado en torno a su figura. Pese a estos avances, pese a que el ambiente ha mejorado con respecto a la era Mourinho, Casillas ha visto como algunas relaciones personales mantenidas con ciertos pesos pesados del vestuario, lejos de recomponerse, se han enfriado. Una situación que le deja con apenas un apoyo sólido dentro del cambiador pese a llevarse bien con la mayoría de los recién llegados. Pepe es su único amigo de verdad.
Un panorama distinto
Iker Casillas está viviendo una nueva experiencia. A sus 33 años, el guardameta mostoleño ha pasado de todo en su dilatada carrera. Pero esto es diferente. Su guerra abierta con Mourinho y la división del madridismo en torno a su figura ya con Ancelotti en el banquillo le han hecho ver la vida de un modo diferente. Ahora le cuesta abrirse más que antes, si es que antes realmente se comportó alguna vez como un tipo abierto y extrovertido.
Porque Casillas no es de esos futbolistas que pronto hace migas con todo el mundo. No. A él le cuesta más. En ocasiones prefiere mantener la distancia como forma de imponer su capitanía. Otras es simplemente un asunto de carácter.
Casillas no es un tipo antipático, pero tampoco es el más divertido del grupo. Y eso se nota en las relaciones con sus compañeros. Unas relaciones que, tal y como relató EcoDiario.es hace un par de años, le dejaron en una extraña situación dentro de su propio equipo, de su propia plantilla.
Hace dos cursos Casillas vivía instalado en una suerte de soledad inducida por los desencuentros con Mourinho y por su propio deseo de no ser el centro de atención entre los suyos, entre sus compañeros.
Así fue como poco a poco apagó su estrella de capitán hasta cedérsela casi por completo a Ramos o Cristiano Ronaldo, dueños del brazalete de facto en el seno del vestuario blanco.
La recuperación
Hoy, tiempo después de aquello, Iker ha recuperado parte del protagonismo perdido. La salida de algunos pesos pesados del equipo, la renovación de parte del grupo y ser consciente de la necesidad de recuperar influencia en el vestuario le han hecho reactivarse y mostrarse algo más enérgico dentro y fuera de los terrenos de juego.
Sin embargo, y pese a ello, Iker sigue estando 'sólo' en el vestuario blanco. Es una 'rara avis' que se relaciona lo justo para mantener el buen ambiente de trabajo y poco más. Así se puede decir que el portero sólo tiene un amigo de verdad en el vestuario.
Pepe se ha convertido en el jugador con el que el de Móstoles mantiene ahora un mejor rollo hasta poder considerarle de verdad algo más que un compañero. Una amistad que se reforzó cuando el central defendió en abierto y en privado a su compañero ante los ataques de Mourinho. El gesto con el capitán le valió la suplencia en la temporada 2012-2013 y casi una salida forzada del club que Ancelotti paró.
Con el resto de futbolistas, las relaciones de Casillas pueden ser agradables, cordiales o puramente profesionales, pero no llegan al grado de amistad que tiene con el central portugués y que otros jugadores tienen entre sí, como sucede con el caso de Ramos y Cristiano, Cristiano y Marcelo o Marcelo y el propio Pepe.
A este panorama han ayudado varios factores, como el enfriamiento de sus relaciones con Sergio Ramos o la salida de hombres con los que tenía un buen trato, como fueron las despedidas de Dudek, Albiol, Higuaín o Casemiro entre otros.
Mientras, han aterrizado otros jugadores con los que el capitán mantiene un buen trato que, sin llegar a la amistad, mejora la media mantenida durante la era Mourinho. Illarramendi, Carvajal, Jesé o Isco son cuatro de los futbolistas con los que siempre se le ve sonriente y a los que incluso ha acunado y protegido para que su adaptación al Real Madrid sea lo más positiva posible.