Fútbol

Javier Mascherano es el primer gran acierto de la era Luis Enrique

    Mascherano, eun partido con Argentina. Foto: EFE.


    Luis Enrique llegó a Barcelona como la punta de lanza de un proceso regenerador en el equipo blaugrana. Como el ejecutor de la purga que necesitaba el club para volver a ganar títulos y dejar atrás un año mediocre en lo deportivo y que apuntaba a ciertos signos de agotamiento e incluso de desidia.

    Con él llegaron Ter Stegen, Deulofeu y Rafinha Alcántara. Señales de un cambio. Jugadores jóvenes con los que dotar de hambre a un equipo al que se le había acabado (o al menos, eso parecía) el deseo de ganar. Por eso sonó tan poco acorde con lo que quería realizar la renovación de Javier Mascherano, tan solo dos semanas después de la llegada del asturiano al banquillo del Camp Nou.

    Extrañó a propios y a extraños esta decisión. No era para menos. El argentino era uno de los señalados por una temporada mediocre como central, y ya se manejaban varias posibles salidas en el mercado. Precisamente, fue el mismo jugador el que, tras el Elche-Barça, anunciaba lo previsible: "Será bonito lo que pasará la semana que viene, por algunos quizás será el último partido con el Barça".

    Algo más de un mes tras su renovación, Mascherano ha dado la razón a Luis Enrique. El técnico ya se ha apuntado su primera victoria sin disputar un partido. El Mundial le ha proporcionado los argumentos, y ha confirmado sus sospechas: Mascherano debe volver al centro del campo. Es allí donde ofrece su mejor versión. La defensa debe depender de los dos fichajes que quedan.

    En Brasil, Mascherano ha sido el pilar en el que se ha asentado una Argentina que ha echado de menos a Messi y que ha notado en demasía la lesión de Di María y los malos momentos de forma de Higuaín y Agüero. 'Masche' se convirtió en el auténtico líder de la albiceleste. Algo de lo que 'Lucho' ha tomado nota.

    Porque precisamente líderes es lo que busca el entrenador. Y Mascherano cumple con las condiciones: es un referente dentro y fuera de la cancha. No jugará como titular, pero en el centro del campo se asegura un buen recambio para Busquets (Song no ha dado la talla) y en el vestuario ya tiene a un soldado de su causa. Alguien que nunca se esconde y que promete trabajo siempre. El perfil que busca Luis Enrique.

    En su línea de encontrar un grupo de jugadores comprometidos y con capacidad para dar lo máximo, Luis Enrique ha sabido recolocar al argentino y creer en él como uno de los líderes espirituales de un vestuario que necesita sobreprotección. Con Mascherano, el asturiano se anota su primer tanto.