Fútbol

El enemigo del Barça vive en Barcelona

    Bartomeu, accedió al cargo tras el adiós de Rosell | EFE


    Pep Guardiola no fue el primero en darle nombre, pero seguramente sí que fue el encargado de darle impulso mundial al concepto. Cuando el de Santpedor habló de la 'central lechera' para referirse a los medios de comunicación de Madrid que trataban de desestabilizar al Barça, el término alcanzó fama y notoriedad hasta convertirse casi en una teoría irrefutable para muchos blaugranas: todo lo malo que le sucede al Barça procede de Madrid y, por lo tanto, forma parte del constante deseo por desestabilizar al club blaugrana.

    Una suerte de inercia conspiratoria que ha empezado a agrietarse en los últimos tiempos. Porque el enemigo del Barça no vive ya en la capital de España. Vive en Barcelona. Un repaso rápido a los acontecimientos que rodean al conjunto culé así lo demuestra. La lista es amplia y afecta a todos los estamentos del club.

    Un farmacéutico pone en jaque al club

    Así, por ejemplo, la dimisión de Rosell como presidente del Barça se produjo no después de que se presentase una querella criminal en su contra por presunta apropiación indebida de 40 millones de euros en su modalidad de distracción en el fichaje de Neymar.

    Una denuncia que, aunque se está investigando en el seno de la Audiencia Nacional (sita en Madrid, por tanto) llegó no desde Madrid, sino desde Cataluña.

    Jordi Cases, un farmacéutico de Olesa de Montserrat conocido por ser un activo socio culé y un firme defensor del nacionalismo catalán, fue el encargado de pedir que se aclarase a dónde habían ido a parar los 40 millones que, finalmente, se demostró que se habían pagado a Neymar y su padre.

    Entre los nuevos directivos del Barça se ha dejado entrever que, en verdad, había una suerte de mano negra tras Cases y que el fiscal de la Audiencia Nacional que pidió la imputación de Rosell y del club era estaba bajo sospecha. "No es de los nuestros", llegó a afirmar un Bartomeu que, con todo, no ha evitado las críticas nacidas desde la propia prensa deportiva catalana por intentar desviar la atención del caso.

    El caos de Messi

    Otro de los grandes problemas que ha afrontado el Barça en esta temporada es el llamado caso Messi con todo lo que ello conlleva, esto es, desde sus problemas con Hacienda, hasta sus líos en la renovación pasando por los roces con la junta directiva.

    En este último punto fue Javier Faus, vicepresidente económico del Barça, el primero que fue capaz de sacar una verdadera rajada en los labios de 'La Pulga', jugador acostumbrado a no hablar demasiado alto (o de no hablar siquiera) en los medios. "Faus no tiene ni idea de fútbol", comentó Messi en una entrevista concedida no a un medio 'madrileño', sino catalán, la radio Rac-1.

    Además, la denuncia y demanda contra Leo por supuesto fraude fiscal nació de un juzgado catalán y sus problemas a la hora de renovar se airearon primero en la Ciudad Condal y no en Madrid, como solía ocurrir en tiempos pasados en los que la prensa deportiva madrileña usaba los trapos sucios culés para mostrar una imagen diferente a la que daban los rotativos catalanes.

    Las denuncias por irregularidades contra Joan Laporta y las famosas fotos de su fiesta en la discoteca 'Luz de Gas' siguieron ese paso. Hoy, con todo, la inercia es distinta. Porque ha sido un medio catalán (la televisión pública TV3) la encargada de filtrar a bombo y platillo que Martino se iría del Barça para acabar como seleccionador argentino. Lo hizo, para colmo, el lunes en el que comenzaba la semana previa a un clásico donde, por cierto, el equipo se juega media liga.

    La revelación pilló por sorpresa a Martino y, cuentan los que le rodean, que le impactó más por el emisor que por el contenido. Es decir, que no esperaba que viniera de la propia prensa deportiva catalana como tampoco entendió demasiado las enormes críticas recibidas tras caer contra la Real Sociedad y el Valladolid o las que se instauraron cuando intentó realizar algunos retoques en el estilo.

    Entonces le llovieron palos desde la prensa (y eso que el equipo andaba como un tiro en cuanto a resultados) e incluso de la propia plantilla culé. Las vacas sagradas se reunieron con él para pedirle que cambiara sus métodos de entreno. Pues eso, el enemigo en casa. El enemigo en Barcelona