Fútbol
El día que el 'Tata' Martino complicó el caso Puyol en el Barça
El adiós de Carles Puyol del Barça ha sido, como él mismo reconoció en su comparecencia de prensa del pasado martes, una larga agonía de dos años.
Desde que en 2012 el capitán blaugrana se lesionara de gravedad (no pudo acudir a la Euro de aquel año), su cuerpo le ha ido minando hasta forzarle al adiós y, quizá, a la retirada del fútbol.
El problema de buscarle un sustituto, por lo tanto, se veía venir desde hace tiempo. Y el Barça llevaba, efectivamente, casi dos temporadas tratando de encontrar a alguien que pudiera suplir al 'Tarzán' culé. Algo que, en parte, consiguieron, eso sí, sin los resultados esperados.
Bartra y Song se pusieron a la cola para suplirle cuando no estuviera fino, pero ni uno ni otra ha llegado a estar nunca a la altura de lo esperado. Así pues, los culés siguieron buscando. Y en estas que se llegó al verano de 2013, el de inicios de la presente temporada.
El club arrancó la pretemporada con Tito Vilanova al frente del equipo. El preparador pidió un único refuerzo: Thiago Silva. Fue su obsesión. O él, o ninguno. En el Barça echó la casa por la ventana para tratar de contratarlo, pero las cosas se complicaron. Su renovación por el PSG y su elevadísimo sueldo (roza los 10 millones netos) hacía imposible su llegada al Camp Nou.
En estas Tito se tuvo que marchar para tratarse de su enfermedad y llegó Tata Martino para suplirlo. El argentino debió ponerse a las riendas de ciertas decisiones con mucha velocidad.
Desde el despacho de Zubizarreta le informaron de que David Luiz era la alternativa que más gustaba. De hecho, ya había habido contactos con el Chelsea. Mourinho, saldando cuentas de tiempos pasados, disparó su precio, pero no le cerró las puertas. Quería dinero por él. Que el Barça pasara por caja.
Y el Barça estuvo dispuesto a hacerlo con hasta 36 millones de euros. Fue entonces cuando Martino, en su primera decisión de 'kilates' dentro del club, decidió que era el momento de frenar la operación David Luiz. El entrenador apostó por Puyol e insistió en que semejante dispendio por el brasileño no serviría de mucho.
Mejor apostar por el veterano capitán o por vías alternativas, como Santiago Vergini, un joven zaguero argentino de Rosario Central, ex equipo del propio Martino y futbolista que pudo llegar 'gratis' al Camp Nou.
El Barça, sin embargo, rechazó la contratación del 'protegido' de Martino e hizo caso a su apuesta por Puyol. Hoy, sin embargo, aquella apuesta se ha revelado equivocada. Puyol no sólo no ha sido una solución, sino que sus lesiones constantes (sólo ha jugado 12 partidos este curso) han dejado un gran agujero en la defensa.
Para colmo, el anuncio de su retirada mete prisa al club en la búsqueda de un sustituto con lo que ello conlleva, esto es, aumento de precio y trabajo a contrareloj. Algo que se podría haber solucionado si Martino hubiera dado luz verde a la llegada de David Luiz el pasado verano, cuando el equipo tuvo a tiro al brasileño.