Así resolvieron sus líos Cristiano Ronaldo y Marcelo tras un año sin hablarse
El Real Madrid, como cada año, ha querido mandar por estas fechas un mensaje de felicitación navideña a sus socios y aficionados. También como cada año, el club ha grabado diversos vídeos en el que sus jugadores, en parejas, mandan sus deseos a los merengues. Este año, una de esas parejas la conforman Cristiano Ronaldo y Marcelo. La dupla es significativa y escenifica el fin de una mala relación, la que mantenían delantero y defensa desde que éste último mandara su mensaje de apoyo a Iker Casillas para ganar el Balón de Oro de 2012.
Aquel gesto, aquella inclinación de Marcelo hacia su portero, y los piropos que también lanzó a Messi en una entrevista a un medio español, provocó la ira de Cristiano Ronaldo.
Tanto, que el luso decidió dar carpetazo a lo que, hasta entonces, había sido una más que buena relación. Desde aquel día, CR7 decidió que era mejor no hablarse con Marcelo. Aquellas tensiones derivaron en gestos poco frecuentes. Si el delantero hacía un gol, Marcelo apenas lo felicitaba.
Ya no había bailes entre ambos o risas como solía suceder. Tanto es así, que en la cena de Navidad de hace justo un año, ambos se sentaron en mesas separadas cuando en festejos anteriores compartían mantel y cubiertos uno al lado del otro.
Aquel mal rollo provocó que las tensiones en el vestuario aumentaran. No eran buenos tiempos para el Real Madrid. La plantilla y Mourinho empezaban a distanciarse y los jugadores blancos empezaban a mostrar roces entre ellos por la figura del preparador blanco. Fue entonces cuando todo cambió y la amistad entre Marcelo y Cristiano empezó a acercarse de nuevo.
Así recuperaron la amistad
Las distancias entre Marcelo y Cristiano duraron mucho tiempo, más de medio año, para ser concretos. Las declaraciones del brasileño se produjeron antes de que comenzaran las vacaciones de 2012 y el inicio de la reconciliación no llegó hasta el preámbulo del verano de 2013.
En el inicio de este año que ahora se acaba todavía ambos se mantenían alejados (la comida de Navidad es la prueba de ello), pero ahí comenzaron a acercarse posturas de la mano de Sergio Ramos. Tras el caso Casillas, el segundo capitán del Real Madrid decidió enfundarse el brazalete en el seno del vestuario para tapar las grietas que en él se empezaban a abrir. Una de sus mayores tareas fue la de unirse a Cristiano Ronaldo hasta trabar una amistad que permitió al luso serenar su 'tristeza' y empezar a ejercer también como un capitán más.
Con la intermediación de Ramos, Cristiano empezó a acercarse a Marcelo y lo consiguió, paradójicamente, con el impulso de Mourinho. El trato que el portugués dio al lateral a la vuelta de las vacaciones (lo acusó de sobrepeso y no tratarse de su lesión de forma adecuada) no gustó al delantero. Y es que Marcelo pasó a ser una suerte de defenestrado, sin plan específico de recuperación. Era la manera que tenía 'The Special One' de castigar al jugador por no haber seguido sus instrucciones en Navidad.
Aquello no gustó a un Cristiano que creía que no era la forma de ayudar a uno de los puntales del equipo. Marcelo seguía con sobrepeso y desde el cuerpo técnico nada se hacía al respecto.
Luego llegaron las discusiones entre Cristiano y Mourinho y ahí Marcelo, como cuarto capitán del Real Madrid, se volcó en el apoyo del luso. Empezaban a producirse los nexos de unión entre uno y otro. La amistad empezaba a regenerarse.
Fue así, paso a paso, en el día a día, como las cosas volvieron a su ser hasta que delantero y defensa aclararon sus posturas. Marcelo confirmó que no trató nunca de despreciar a Cristiano Ronaldo con aquella respuesta, sino que sólo fue su reacción a una pregunta específica. Él mismo lo aclaró en una reciente rueda de prensa.
"Dije que Íker se merecía el Balón de Oro, como muchos otros. Un periodista me preguntó, cuando estaba con mi selección, si Íker merecía el Balón de Oro y dije que sí, que Íker merecía ganarlo, como Cristiano también. Se creó un lío increíble", matizó.
Señales de buen rollo
La primera señal de que todo había vuelto a su ser se produjo ante el Chelsea, en pretemporada. El Real Madrid ganó a los blues y ambos jugadores, Marcelo y Cristiano, dedicaron sus goles a su ex entrenador, José Mourinho. Fue una suerte de venganza que afianzó la sensación de que nada había pasado.
Recientemente, en una rueda de prensa conjunta de todos los internacionales mundialistas del Real Madrid, ambos se sentaron al lado e incluso protagonizaron un ataque de risa que contagió al portugués tras una respuesta poco clara del brasileño.
La aparición de ambos en el mensaje de Navidad es la última de estas señales. La señal de que Cristiano y Marcelo vuelven a ser los de siempre fuera de los terrenos de juego con una amistad interrumpida y ahora recuperado tras un año de distancia y silencio.