Fútbol
Sergio Ramos cierra su 'annus horribilis' en el Real Madrid con un mal partido
Sergio Ramos sorprendió este domingo en Mestalla. Minutos después de ganar al Valencia in extremis (2-3) el defensa andaluz explotó ante las cámaras de Canal +. "Mis críticos no podrán conmigo. Las críticas me entran por un oído y me salen por otro", dijo en un mensaje directo, puro y sincero. Así piensa Ramos. Así es Sergio Ramos.
Minutos después, ya algo más tranquilo, quiso matizar ese ataque de sinceridad. En zona mixta, reconoció que no todas las críticas le dan igual y que sí, que sabe que no está en su mejor momento de forma. Alguien desde dentro del club le pidió que rectificara.
Sus anteriores declaraciones no podían quedar así. Sin embargo, y pese a su aclaración, lo cierto es que el defensa está harto de tanta crítica en un año complicado. El ya casi concluso 2013 no ha sido, desde luego, el mejor periodo para un zaguero que, en Mestalla, dejó desnudas buena parte de sus carencias.
De hecho, los dos goles del Valencia llegaron por dos errores puntuales con su nombre y apellidos.
En el primero, Piati, un jugador que apenas mide 1,63 metros, le ganó la partida y remató de cabeza solo de marca. Ramos debía haberle acompañado, pero el argentino le engañó con una vieja treta de delantero. Primero doy un paso atrás, luego a otro adelante, y adiós al defensa. El de Camas picó y dejó vendida a su defensa. Primer tanto del Valencia.
Luego llegó el segundo tanto y él, Ramos, volvió a fallar. Corría la segunda parte cuando un córner sacado desde el vértice izquierdo del ataque ché acabó en la cabeza de Mathieu. El francés tampoco tuvo mucha oposición para rematar ante su marcador. Aciertan: Ramos era el encargado de seguirle, pero falló en su intento por frenarlo.
Segundo gol y nervios en el Real Madrid. Afortunadamente para los blancos (ayer de azul) Jesé arregló el marcador con un gol in extremis. Mientras, entre una acción y otra, Ramos protagonizó un par de entradas arriesgadas y en una jugada se jugó la amarilla e incluso la roja al saltar con los brazos abiertos para golpear en la cara a Jonas con los codos.
El madridista tenía ganada la marca pero, aún así, sacó los brazos a pasear en una acción más evidente que la que le hizo ganarse la segunda amarilla en Pamplona y la roja frente al Galatasaray.
Gestos y acciones que no dejan demostrar su nerviosismo por no sentirse cómodo en el Real Madrid con su rendimiento actual. Un asunto que, paradojas del fútbol, incremente más si cabe sus propios nervios y le hacen fallar más.
Cierto es que no es el único internacional español que sufre problemas similares. Piqué, Arbeloa, Xavi, Iniesta... la lista es larga. La Copa Confederaciones pasa factura y eso lo notan sus protagonistas.
Sin embargo, en el caso de Ramos, se da el agravante de que sus problemas con Mourinho le han hecho estar bajo la sospecha eterna del sector del madridismo que más apoyaba al luso. A eso se refería Ramos con las palabras ante las cámaras de Canal +.
Una suerte de guerra civil que ya se llevó por delante a Casillas y que ahora amenaza con hacer lo propio con Ramos a menos que su rendimiento mejore con respecto a este 2013. El 'annus horribilis' de Sergio Ramos.