Los contrastes del fútbol: Khedira llora cuando Isco sonríe

Llama la atención en el todopoderoso Real Madrid que el jugador clave sobre el que orbita el juego del equipo sea Sami Khedira. Con la recuperación de Xabi Alonso, autentico motor del equipo, Ancelotti, con todas las opciones posibles decidió que el sistema del equipo debía ser el 4-3-3.

Ese sistema era el que aportaba mayor equilibrio según Ancelotti y obligaba a los tres centrocampistas a un gran esfuerzo. Modric y Khedira eran los acompañantes del tolosarra y el equipo funcionó, jugaba bien, y se vio la mejor versión del tanque alemán.

La lesión inoportuna de Sami Khedira ha dado la vuelta al sistema y Ancelotti se ha decantado por un 4-2-3-1. El Real Madrid no puede girar en torno a Khedira. Tiene que hacerlo alrededor de Cristiano, de Xabi, de Bale, pero nunca de Khedira. Buen complemento del equipo pero nunca la piedra angular.

El nuevo Madrid juega con Xabi e Illarra en la medular, con el comodín de Casemiro, e Isco como punta de lanza con Cristiano y Bale en los costados. Para los más miedosos ante los cambios, hay que decir que también ha funcionado, y muy bien, incluso con la baja del portugués durante un partido y medio.

El Bernabéu se rinde ante Isco

El Real Madrid ha goleado y la afición blanca, rendida a Isco, ha disfrutado del malagueño. El media punta estaba condenado al ostracismo en el 'equipo de Khedira' pero este sistema le viene como anillo al dedo al andaluz.

Ver a Isco en el campo es una bendición y  aunque no sea el momento para decirlo, con seis meses por delante y cuando atravesaba por un gran momento de forma y de juego, la magia y el gol del malagueño enamora más que el 4x4 alemán. El 23 blanco recupera la sonrisa cuando Khedira la ha perdido. Son los contrastes del fútbol: ánimo Sami, enhorabuena Isco.