Fútbol

Benzema ya muerde y abandona su versión gris para brillar con el Real Madrid

    Benzema celebra uno de sus dos tantos al Galatasaray | EFE


    Karim Benzema ha vuelto ha sonreír. Lo hace con un look diferente. Después de algunos meses con la mitad del pelo rapado y la otra mitad repeinado, el galo decidió hace días igualar su cuero cabelludo.

    Así, como si de un soldado se tratase, se enfundó frente al Galatasaray el disfraz de guerrero que tanto le reclama el madridismo. Peleó, luchó y presionó como hacía tiempo que no se le recordaba. Sacrificio que le reportó la gloria con dos tantos y el aplauso de su técnico, Carlo Ancelotti. Fue una noche perfecta. Sí, Karim Benzema ha vuelto a sonreír.

    No le ha sido fácil. Los pitos del Bernabéu todavía sonaban en su cabeza cuando saltó al Ali Sami Yem. Las críticas de los últimos días (especialmente las de su público, en su estadio) le habían obsesionado. Benzema no comprendía nada. Pese a su buen arranque de Liga, el madridista seguía sin estar conforme con su comportamiento. ¿Qué quieren? Debió preguntarse.

    La respuesta se la dio su técnico. "No trabaja como Di María", comentó en referencia a un jugador al que, sin resultados efectivos, el Bernabéu sí le dedicó alguna que otra ovación. El puyazo de ser suplente con Francia parecía haberlo hundido definitivamente. Ante el Villarreal, Karim fue de nuevo la versión gris que se conocía de su primer curso como jugador blanco.

    La de Turquía parecía ser su última oportunidad. Y la aprovechó justo en el trofeo que mejor se le da, ése en el que provocó la salida de Higuaín pese a tener peores números globales en su pugna con el argentino.

    La Champions da alas a Benzema. Alas que él usó para morder a los defensas rivales provocando pérdidas que a punto estuvieron de generar los primeros goles merengues en Estambul. Hasta en tres ocasiones 'birló' la pelota a sus rivales en el inicio de partido. Ya en la segunda parte siguió apretando hasta conseguir hacer más y más sangre de su enemigo.

    Al término del partido, en zona mixta, los periodistas le preguntaron por los silbidos. Benzema, lejos de quejarse, los asimiló. "Es un poco difícil por el momento con la selección, pero no pasa nada. Dentro de mi club estoy muy bien, contento. Trabajo mucho para hacer este tipo de partidos", dijo. Lección aprendida. Le toca trabajar si quiere seguir manteniendo el puesto. Y por ahora, parece que la fórmula funciona.